Saber que nuestra obra y el futuro están en buenas manos es la mayor alegría y el mejor regalo, afirmó este viernes Cándido Jústiz, autor de la consigna “Con la guardia en alto”, en el gran agasajo pioneril a los Comités de Defensa de la Revolución.

Este cubano octogenario, pero vital, fue uno de los fundadores y cederistas destacados reconocidos en el Consejo Popular Alberro, en el municipio habanero de Cotorro, sede mayor del homenaje de los “pinos nuevos” a la organización de masas cubana por excelencia, próxima a cumplir 52 años de vida y quehacer.

Y con la guardia en alto se comprometieron a estar por siempre los más de un millón de niños y adolescentes a quienes agrupa y representa la Organización de Pioneros José Martí, en un mensaje a propósito del 28 de septiembre, fecha en que, al llamado de Fidel al pueblo a defender la Revolución, nacieron en 1960 los CDR.

En grande fue la fiesta al atardecer de este jueves y en Alberro, como en Cuba entera, hubo de todo: música, “planes de la calle”, fogatas, concursos, rondas infantiles, encuentros con la Historia y sus protagonistas, demostraciones del Movimiento de Exploradores y del talento de los pioneros aficionados al arte.

En sus hogares, veteranos combatientes, familiares de héroes y mártires de la Patria y de los miles de colaboradores cubanos que ahora mismo cumplen misión en otros países, recibieron la visita de “los que saben querer”, que para ellos y con amor y gratitud infinitos dibujaron o escribieron cartas y poemas.

Manuel Valera, vicepresidente de la Organización de Pioneros, y Miguel Marrero, miembro del Secretariado Nacional de los CDR, coincidieron en que fue una excelente oportunidad de interactuar “como esa familia cederista grande y unida que somos, los que ya estamos y aquellos que mañana integrarán sus filas”.

Los Comités cuentan desde siempre con el aporte entusiasta de nuestros niños y adolescentes, con las tan activas patrullas “clic”, en las labores de limpieza y ornato, la promoción de salud, la recogida de materia prima, en la custodia de las urnas en los colegios electorales y muchas otras importantes tareas, destacó Marrero.

Esta anticipada fiesta de cumpleaños no es tan solo un agasajo, sino también un recordatorio a sus padres, abuelos, vecinos, a sus mayores de que ahí están las nuevas generaciones, deseosas de participar, y que debemos prepararlas, asignarle misiones, que sin dudas sabrán cumplir con creces, añadió.

Valera, por su parte, consideró merecidísimo este homenaje de los pioneros a una historia formidable, escrita cuadra a cuadra, en cada barrio, de un extremo al otro del archipiélago, por todo un pueblo durante más de medio siglo, historia a la cual los hombres y mujeres del mañana seguirán sumándole hermosas páginas.