Fidel
Soldado de las Ideas
Hemos desarrollado nuevas y eficientes formas para transmitir al pueblo y al mundo nuestras verdades. El arte y la palabra hablada, la cultura artística y el mensaje revolucionario se han unido de forma casi inseparable en nuestro proceso histórico. Los conocimientos, la cultura general y la conciencia política se profundizan aceleradamente. Ya no serán necesarios largos discursos en incómodas y calurosas concentraciones para abordar a fondo temas complejos y explicar acontecimientos que se debaten casi diariamente en programas, pronunciamientos y análisis a través de nuestros medios de televisión, radio y prensa escrita.
He llegado a cumplir estos años milagrosamente , y no porque hayamos estado un número de años luchando contra la tiranía en nuestro país, o por haber participado en algunas acciones de guerra, sino por todo aquello que vino después del triunfo de la Revolución. A buen entendedor, pocas palabras, y ustedes no son solo buenos entendedores, sino también muy nobles e inteligentes entendedores.
Saluda a estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI). A su derecha Andrea Mitchell, periodista de la cadena NBC.
Pero, ¿por qué precisamente ha surgido el problema en ese sector de la clase obrera?, ¿por qué precisamente surge el problema en este monopolio yanki nacionalizado por la Revolución? Ha habido agitación en estos días en torno al problema eléctrico; sin embargo, no hay que agitarse. No tiene nada de extraordinario, y les confieso sinceramente que para mí no tiene nada de extraordinario que haya surgido un problema en plantas eléctricas. No nos sorprende, y todavía más, podía decirse que era de esperarse.No surge el problema en otro sector del país; sobre todo, no surge el problema en otro sector de la clase obrera, no ocurre el problema en otro sector más humilde de la clase obrera; surge el problema en uno de los sectores privilegiados de la clase obrera.
Estamos, en fin, con todas las nobles aspiraciones de todos los pueblos. Esa es nuestra posición. Con todo lo justo estamos y estaremos siempre: contra el coloniaje, contra la explotación, contra los monopolios, contra el militarismo, contra la carrera armamentista, contra el juego a la guerra. Contra eso estaremos siempre. Esa será nuestra posición.
¿Por qué se pudo alcanzar la victoria? ¿Por qué avanza la Revolución? Se logró todo porque había virtudes en nuestro pueblo, y esas virtudes fueron el fruto de las semillas que sembraron los fundadores de nuestra república; de la semilla, de la abundante semilla que sembró nuestro apóstol José Martí.
Realmente, pocas veces lo había oído hablar como habló hoy: emocionado y emocionante. Y en esta ocasión, pude todavía ver con más claridad, cómo la conducta de los hombres tiene raíces en el tiempo, tiene raíces en el pasado; y realmente, yo sabía del interés de Núñez por las cosas de Cuba: su interés por la geografía, su interés por las cuevas, y en fin, por todas las cuestiones de nuestra naturaleza; pero, sin embargo, parece como que él hubiese reservado para esta ocasión esa historia tan sencilla, pero tan emotiva, tan sincera, y tan pura, de esta Sociedad, de la cual fue él uno de sus fundadores, y al propio tiempo, el trabajo que durante 20 años, calladamente y modestamente, han realizado.
Ya juramos, en aquel sitio histórico de Baraguá, en plena batalla por el regreso del niño secuestrado, que lucharíamos hasta el cese total de la guerra económica, el bloqueo genocida y las leyes asesinas a las que ha sido sometido durante décadas enteras el pueblo cubano.
Hoy juramos algo más, y lo jurará la inmensa mayoría de los cubanos: que seremos inconmoviblemente fieles a la Patria, a la Revolución y al Socialismo; que el dominio imperialista y el sistema capitalista no volverán jamás a Cuba, que sería como volver al sistema colonial, al sistema feudal o al sistema esclavista que lo precedieron, abolidos hace rato ya por la historia.
El miércoles 5 de junio, hace exactamente 8 días, cuando me reuní con los líderes de las organizaciones de masas para analizar el proyecto que se proponían presentar a la Asamblea Nacional previa aprobación de sus direcciones nacionales, como respuesta al discurso del señor W. Bush ante la mafia terrorista de Miami, les propuse tres cosas. Uno, debatir públicamente la idea ante todo el pueblo; dos, movilizar a la nación entera en apoyo a tan justa, digna y contundente respuesta; tres, ofrecer a cada ciudadano con edad de votar y en el pleno ejercicio de ese derecho, la posibilidad de suscribir y hacer suyo el histórico proyecto. Todos compartimos estos puntos de vista.
La revolución socialista ha creado más propietarios que los que había creado el capitalismo en Cuba a lo largo de siglos. Cientos de miles de familias campesinas son hoy propietarias de sus tierras, por las cuales no pagan siquiera impuestos. Otros cientos de miles las poseen en usufructo gratuito y las explotan de forma individual o cooperativa, y son propietarios de la maquinaria, los talleres, el ganado y otros bienes. Lo más importante: la Revolución convirtió al pueblo cubano en propietario de su propio país.
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