"Nos saquean por muy diversas vías, mediante intereses usurarios o mediante el intercambio desigual, en virtud del cual nos compran cada vez más barato nuestros productos y nos venden cada vez más caro sus bisuterías, y las medidas proteccionistas, aranceles y cuotas, ¡miles de formas! Los brasileños lo saben, los latinoamericanos lo saben muy bien, nos llevan el dinero; pero nos lo llevan también de otras formas, que son invisibles, a través de la fuga de capitales. En una situación de inflación crónica en cada una de las economías de América Latina —y la de menos inflación tiene entre un 18% y un 20% al año, y la que más es de 3 500% por año; hay muchas economías que tienen 500%, 700%, 1 000%, 1 500% de inflación al año—, ¿cómo puede haber estabilidad económica? ¿Cómo pueden retener los capitales? De modo que el que tiene la moneda de su país, corre deses peradamente a cambiarla por dólares para protegerla, porque el dólar está protegido, y se escapa el dinero del país. Si se adoptan medidas para preservar ese dinero a través del pago de altos intereses, entonces ese dinero que no se escapa no se invierte en fábricas, sino que se invierte en operaciones especulativas, no en la producción. De modo que cuando se habla de unidad y de integración, se está hablando de cuestiones que son vitales para el futuro de nuestros países."