Carta a Cresencio Pérez por la muerte de su hijo Ignacio
Me acaban de informar la muerte de Ignacio. Con una pena infinita en mi corazón le escribo estas amargas líneas. Sé que era el hijo que usted más quería; y en verdad que se merecía todo su cariño y el nuestro. Siempre lo cuidé cuanto pude, como hago con todos los compañeros que más riesgos han corrido por el tiempo que llevan en la lucha. Murió de un obús de mortero, combatiendo una tropa que iba en retirada. Recogimos su cadáver y le daremos honrosa sepultura. Duele que haya muerto precisamente cuando el triunfo está a la vista y cuando él estaba resultando ser uno de nuestros oficiales más competentes y de mi mayor confianza.
Su nombre figurará en la lista de los comandantes de nuestro glorioso Ejército y nunca lo olvidaremos. Le diré solo que Ignacio era para todos nosotros un hermano y tal es el dolor que sentimos en este momento.
Fidel Castro