Un viaje de buena voluntad: A 65 años de la visita de Fidel Castro a Estados Unidos (VI)
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El 15 de abril de 1959, Fidel Castro inició un viaje a Estados Unidos que se prolongó hasta el 28 de abril. En esta ocasión, viajó como un ciudadano privado en respuesta a una invitación de la American Society of Newspaper Editors (Sociedad de Editores de Periódicos). Este viaje fue detalladamente documentado en el libro “Fidel por el Mundo” escrito por Luis Báez, quien fue uno de los periodistas que acompañaron al Comandante durante su recorrido por Estados Unidos, Canadá y posteriormente por América del Sur.
Al conmemorarse 65 años de este histórico viaje, Cubadebate y el Sitio Fidel Soldado de las Ideas comparten las memorias recopiladas por el autor de aquellos días:
Lunes, 20 de abril de 1959
Uno de los últimos actos de Fidel en la ciudad del Potomac consiste en su visita al Club Nacional de la Prensa. Aprovecha para ampliar sus opiniones del programa MeetthePress. La visita de cinco días a Washington ha concluido.
Entre Washington y Nueva York, Fidel hace escala en la Universidad de Princeton, invitado por la famosa institución docente. El viaje se realiza en tren.
En la travesía el líder revolucionario se pasea por el pasillo del vagón. Camina mientras hojea las últimas ediciones de los periódicos capitalinos. Junto a cada asiento hace una breve escala para formular una pregunta o hilvanar un comentario.
En la Ciudad Universitaria de Princeton, Fidel dicta una conferencia en el curso especial dirigido por el profesor Robert Palmer sobre civilización americana.
Los alumnos le acogen como uno de los suyos. El recibimiento es ruidoso y cordial. El ámbito estudiantil entusiasma al visitante:
“Castro era abogado hasta que llegó Batista —lo presenta Palmer—, y entonces tuvo que dedicarse a otras cosas”.
Deja la frase en suspenso. No necesita decir más. La epopeya de Cuba ha permeado la sensibilidad del auditorio. Se ponen en pie aplaudiendo, mientras Fidel se encamina a los micrófonos.
Me siento mejor entre ustedes que en ninguna otra parte. Nuestra Revolución ha probado tres cosas: una Revolución es posible, aunque no haya hambre... Una Revolución es posible contra un ejército y una Revolución es posible contra un ejército moderno y bien equipado. Y estamos seguros que todo eso no ha sucedido por azar y que si volviéramos a hacerlo en las mismas condiciones, iguales serían los resultados.
Con pausado acento agrega: “Otras revoluciones han implantado el terror para provocar cambios sociales. Nuestra Revolución descansa en la opinión pública”.
Responde a todas las preguntas. El interrogatorio contrasta con el asedio malévolo de MeetthePress. El afán de saber es desinteresado y limpio. El salón es una cátedra donde se exponen las aspiraciones y necesidades de un pueblo.
Cuando concluye, gritos entusiastas llenan el recinto. Seguidamente se traslada a la residencia del gobernador de Nueva Jersey para otra conferencia de prensa. Fidel, con creciente dominio del idioma, es exhaustivo en el análisis del proceso revolucionario.
En fotos, Aquel 20 de abril de 1959