La Batalla de Girón (II Parte)
Es difícil escribir sobre los acontecimientos históricos cuando muchos de los protagonistas principales han fallecido o no están en condiciones de testimoniar sobre los hechos.
Es notable, sin embargo, el número de compañeros que siendo muy jóvenes cuando la Batalla de Girón —y que continuaron después prestando valiosos servicios en las Fuerzas Armadas Revolucionarias como soldados u oficiales, en misiones patrióticas o internacionalistas—, todavía recuerdan y describen con lucidez su participación en las acciones, que no estaba recogida en apuntes, testimonios o libros.
En la búsqueda de datos precisos me vi obligado a revisar documentos, memorias, libros; a conversar con diversos compañeros que enriquecieron mis recuerdos e incluso aportaron detalles y hechos sobre los cuales no tenía noticias; pero sobre todo, tuve una gran seguridad sobre lo que hice o no hice; lo que dije y no dije.
De este modo, iré incluyendo hechos en esta narración que no constaban en papel o documento alguno de los que se atesoran con esmero en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, donde el incansable historiador, Pedro Álvarez Tabío, recopiló, registró, investigó y conservó hasta su muerte el 13 de junio de 2009.
Como los lectores de la primera parte de esta Reflexión recordarán, yo conté las medidas adoptadas hasta las 10:00 horas del día 17 después del desembarco. En ese momento se interrumpe el relato de las instrucciones que iba emitiendo desde el Punto Uno, para proseguirlo a las 13:02 horas —con la transcripción de mi llamada telefónica al compañero Raúl en la provincia de Oriente—, pues no disponía de las impartidas entre esas dos horas, y ni siquiera estaba seguro de que se hubieran conservado.
La situación en la mañana temprana del 17 de abril era demasiado tensa tras los bombardeos traicioneros de nuestras bases aéreas el día 15, y el desembarco por Girón 48 horas después.
Solicité a la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado un esfuerzo especial en la búsqueda de informaciones sobre esas tres horas. Hurgando entre cientos de papeles, el coronel Suárez y su equipo lograron reunir las noticias que requería sobre esas horas, así como fotos de documentos escritos a mano, y me las enviaron. Puedo por ello incluir en esta segunda parte de la Reflexión referencias a ese importantísimo momento.
Comenzaré incluyendo el mensaje a Fernández en el central Australia que, en aras de la brevedad, no utilicé en la primera parte de la Reflexión.
“09:55 hrs. A Fernández. Australia. Fernández, les hundieron un barco y otro se lo dejamos ardiendo, y les hemos jodido un avión también. ¿El chorro está ahí? Sí. ¿No están volando ellos ahora? Sí. A ver, dime. Los chorros yo te los voy a mandar… a menos que se haya equivocado, tienen que estar volando ahí. Te voy a asegurar la protección, hasta que tú tengas asegurado Pálpite. Ve a la carretera y aférrate en Pálpite, eso es muy importante. Entonces, te voy a mantener la protección aérea todo el tiempo que necesites allí. Voy a volver a repetir, no sea que el avión se haya equivocado. Bien.”
Repito el ya publicado cinco minutos después para que se pueda entender mejor lo que ocurría a las 10:00 horas:
“10:00 hrs. A Curbelo. FAR. Curbelo: Fernández no me ha informado. Tú tienes que explicarle bien al piloto que es la carretera que va del central Australia a Playa Larga, que es donde tienen que prestar protección los chorros, pero no tienen que llegar hasta Playa Larga, sino hasta Pálpite. Cuando uno regrese, que el otro salga, debes explicárselo bien: protección aérea a eso. Sí, más o menos, para la tropa nuestra que va a avanzar por ahí. Australia a Playa Larga, ¿hasta Cayo Ramona? ¿Qué? Sí. Bien, mantener la protección sobre la carretera, que es importante, y mantener el ataque sobre los barcos. Y, siempre alertas, porque ellos mañana van a tratar de joder ahí. Mantener la protección sobre la carretera todo el tiempo que sea necesario. Yo te aviso. Bien, muy bien.”
Viene a continuación un grupo de noticias sueltas que evidentemente no eran instrucciones tomadas por taquigrafía. Son comunicaciones que se refieren a datos y temas que transcribo tal y como los recibí, sin añadir ni quitar detalles, haciendo las observaciones pertinentes, cuando son confusos o carecen de sentido. Este lapso se produce entre las 10:05 y las 12:35 horas en que se restablece el lenguaje familiar e inteligible.
“10:05 Hrs. Int. Curbelo a Del Valle para informarle de si se autoriza aviones de guerra norteamericanos procedentes de Miami, pueden aterrizar en el aeropuerto de Guantánamo, informando Fidel que eso no puede ser.
“10:05 Hrs. Int. Fidel a Quiko que por donde van los tanques que se dirigen a Matanzas.
“10:11 Hrs. Interesa Fidel averiguar bien dentro un intmr. Si es cierto que van a desembarcar.
“10:12 Hrs. Informa Curbelo a Fidel que el Sea Fury nuestro que, hubo de derribar un cuatrimotor B-29, enemigo, en Bahía de Cochinos. (Es indiscutible que se trataba de un B-26. A esa hora no se conocía todavía bien el tipo de avión que usaba el enemigo).
“10:14 Hrs. Interesa un norteamericano nombrado Campbell que desea hablar con un alto funcionario del gobierno. Informándole que era imposible.
“10:15 Hrs. Interesa Fidel le pongan un radio para escuchar algunas noticias de interés.
“10:22 Hrs. Informa Acevedo que la Fuerza de Combate de Cojímar está lista.
“10:23 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel de que las Columnas y Escuadras de Combate se dirijan a Matanzas, a la Escuela de Milicias de ese lugar.
“10:21 Hrs. Informa Curbelo al Cmdte. Fidel de que en la Base consultaban que si podía pasar por el territorio aviones de guerra, procedentes de Miami. Informando el Cmdte. Fidel, que sí podían pasar por la línea normal, pero no por encima de nuestro territorio. Informó además Curbelo, de que hay tres barcos fuera de combate entre ellos, uno cargado de camiones y otras cosas, así como también fue derribado un cuatrimotor B-29.
“10:40 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel, mandar otra batería de Matanzas para Covadonga.
“10:45 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel de que la tropa siga avanzando protegido con el A chorro, que se mande un Batallón para Soplillar y otro para Australia.
“10:48 Hrs. Informa las FAR de que si Sea Fury nuestro, hubo de derribar a dos B-26 enemigos.
“10:53 Hrs. Informan desde el frente de Opnes. de que acaba de llegar a Pálpite, nuestra Fuerzas. El Cmdte. Fidel imparte órdenes de que sigan avanzando a Soplillar. Ya se encuentra en los frentes el Batallón de Matanzas. Ordena el Cmdte. Fidel, de que a los prisioneros no los maten, llevarlo para Australia. Procurar tener poco tránsito en la carretera. Serán cuidados por aviones nuestros. (Se refiere a los camiones que transporten combatientes)
“10:57 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel de que los chorros protejan a las Fuerzas que avanzan sobre Soplillar rumbo a la Playa. (Soplillar, es un caserío situado al sureste de la carretera que conduce, a través del bosque, rumbo al mar)
“11:18 Hrs. Comunica el Cmdte. Fidel al Cmdte. Puertas que informe al Cmdte. Olivera que vire para atrás inmediatamente la compañía de bazucas. Los obuses que esperen en Jagüey, los obuses pueden ir con Olivera. Los tanques deben quedarse ahí, las bazucas con Fernández, y el Batallón 113 que sea alcanzado donde sea, y las bazucas se las lleven, para Covadonga, debe ir la Bat. 285 y 113, estos deben estar con bazucas.
“11:25 Hrs. Ordena el Cmdte. Puerta una batería de bazuca, ordena salir una Co. de bazuca, urgentemente hacia Jovellanos.
“11:27 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel Castro al Cmdte. Puerta, que revoque la orden anterior y deje que sigan las dos (de obuses) a toda velocidad y las otras cuatro y otra de 120 que alcance a Fernández, y la otra con Filiberto.
“11:30 Hrs. Llama Teruel al Cmdte. Fidel, informa de que la Co. y Bat. de cañones habían pasado rumbo a Covadonga, así como una Bat. anti-aérea y cuatro Bat. de Obuses en Jovellanos, los cuales van a defender a Jagüey, el armamento. Bat. 85 para Fernández.
“11:38 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel al Cmdte Puerta de que para Filiberto la 15.85, así como dos Bat. Art. Para Fernández como el Pelotón 4, si llega el 230 se le manda a Fernández para Jovellanos, en esa dirección va el 180 y otro más, así como más tarde irán 4 más para Jagüey, la Bat. 1 y 11 van para Jagüey, 6-19-22 van para Matanzas.
“11:40 Hrs. Informó las FAR que resultados de las últimas Opnes. se encuentran protegiendo a la avanzada.
“11:48 Hrs. De orden del Cmdte. Fidel a Almeida, qué noticias hay de Covadonga, y van a avanzar por Yaguaramas, llevando morteros, Anti-Aéreo, y Bazucas, y Filiberto va hacia Covadonga con el Bon. de Bazucas y más atrás una compañía de mortero 185.
“11:51 Hrs. Informa el Cmdte. Fidel a Covadonga de que por Yaguaramas se dirige una Co. con morteros y Bazoocas. Además, Filiberto más atrás, con más Bazoocas y morteros con el objeto de llegar en el día de hoy hasta la bajada.
“12:00 Hrs. Capt. Herandez (debe ser Fernández) informó al Cmdte. Fidel mandar rápidamente que alcancen a Olivera, llegaron cañones antiaéreos que se moverán por la noche, actualmente se encuentran en Pálpite. Tiene completa protección por los aviones, por la noche se van a buscar cañones y tanques. Cualquier enemigo abrir fuego. Actualmente hay un B-26 enemigo sobre Australia.”
(El mensaje está confuso, excepto la idea de que artillería y tanques deben esperar la noche).
“12:07 Hrs. Informa FAR. A chorro enemigo listo en estos momentos. (Debe ser chorro amigo y no enemigo)
“12:11 Hrs. Informes al Cmdte. Fidel dice lo siguiente: - de que se encuentra en Pálpite, el Cmdte. Fidel sugiere usar la artillería de noche y con mortero y si puede montar los morteros 120 hacia Soplillar y Pálpite, actualmente no combaten se encuentran en barcos. (Tal vez se refería a enemigos). Un paracaidista, un herido, que se dio a la fuga. Que ocupen posiciones hacia Soplillar y Playa. El a chorro actualmente se encuentra detrás de un B-26 enemigo, es muy importante coger posición. En Pálpite, y Tomar la Playa al paracaidista muerto tiene nombre norteamericano. (Está escrito de esa forma confusa y no se vuelve a tratar la errónea y disparatada idea a esa hora)
“12:20 Hrs. Informó el Cmdte. Raúl de que se están concentrando para Ote. grupos contrarrevolucionarios, hubo de decirles Fidel que tomaran precauciones.
“12:35 p.m.- A PUERTA- Matanzas.- Manda aviso a los morteros, que tienen que llegar hasta Fernández. La 2 es la primera, debes mandársela a Fernández. Si no es la 2, sino otra, se la mandas igual. La 2, la 9 y la 13, la que sea, la que esté allí, para Fernández, rápido. Las otras dos, que son la 9 y 13, o las que sean, llévalas para allá. ¿Con la 15? Para Covadonga. Sí, todo completo allá. Así que manda rápido esa para Fernández, y las otras dos las acumulas ahí. Oye, los tanques distribúyelos por ahí, ocultos, en espera de órdenes.
“12:37 p.m.- A FERNÁNDEZ- Australia.- ¿Qué otras noticias hay? Sí, el águila imperialista. Bien, ¿qué otras noticias hay? ¿Y están avanzando hacia Soplillar también? Sí. Vigila, tengan cuidado con las emboscadas. Bien, ¡muy bien! Óyeme, ¿los antitanques te llegaron? Bueno, sí. Ya la batería de morteros pasó por Matanzas. Yo creo que a las tres de la tarde la tendrás ahí. ¿Ya? ¿Dos compañías? ¿Con morteros, con morteros? Bueno, hace falta el 120, si hay resistencia. ¿Cuál? Bueno, hay que tener cuidado. Tan pronto lleguen los morteros, los emplazas lo mismo hacia la playa que hacia Soplillar; ahí mismo, que después van más baterías. Vamos a ver si al amanecer ya tenemos tomado aquello. Bueno, hasta luego.
“12:42 p.m.- A CURBELO- FAR.- Que los observen, a ver hacia donde van. Sí, pero cuando lleguen ya no están. Métele un bombardeo a Playa Girón. ¿No hay enemigos?, ¿limpio? ¿Ni hombres tampoco, hombres tampoco? ¿Ni camiones moviéndose? Bueno, que metan una limpieza entre Playa Larga, Cienfuegos y Girón, todo lo que se vea. Y sigan protegiendo el avance. Sí, esperen más informes, porque van a llegar tarde. Sigan protegiendo el avance.
“12:45 p.m.- A FERNÁNDEZ- AUSTRALIA.- ¿Ya llegó el refuerzo, qué noticias tienen del refuerzo? ¿No han mandado a preguntar allá? Sí, está bien. ¿Dónde fue el morterazo? ¿Dónde está Jocuma? ¿Ahí fue donde le metieron el morterazo? Pero, ¿está llegando la gente allí? ¿Seguro? Está bien. (Dicen que no han llegado los de Almeida).
“12:47 p.m.- CURBELO-FAR.- ¿Así que la hundieron allí? Sí. ¿Y después qué pasó? ¿Qué tú crees, los reembarcaran otra vez aquí? ¿Ellos no se pudieran ir, no se pudieran ir? Vas a barrer desde Playa Larga a Girón, todo lo que se mueva, y después por la carretera de Girón, hasta cerca de Cayo Ramona. Que no pasen de Cayo Ramona. Así que desde Playa a Girón, y de ahí hasta cerca de Cayo Ramona, a todo lo que se mueva, y después regresan. ¿Así que los barcos están huyendo mucho?, ¿van huyendo mucho? ¿Tú crees que vayan a desembarcar en otro lugar, o no? ¿Tú crees que valga la pena darles otra rociada? ¿Están seguros de que no son barcos americanos, o algo de eso? Bueno, que les metan una azocada, después de barrer por allí. O.K.
“12:55 p.m.- DORTICOS.- Óyeme, los barcos se van retirando. Bueno, tres barcos hundidos allí, y va uno ardiendo, de ellos, y la gente cazándolo. Yo creo que sí, ¿oíste? Han avanzado hacia la Playa, y hacia Soplillar. Ellos lo mantenían, pero va avanzando la tropa nuestra hacia allá. Ellos han avanzado desde Cayo Ramona hacia Covadonga, pero el flanco izquierdo de ellos se les va para el carajo. Le vamos a tirar ahora todo lo que se mueva por todo aquello. Sí, un avión. Pero, era lógico que los barcos se retiraran ¿oíste? Porque fue mucha la leña. No, enérgicamente. Los síntomas son jodidos para ellos. ¿Y la denuncia de nosotros? Bien. La propaganda si. ¿Miró está hablando de desembarco, donde? ¿No, por dónde se fueron? Sí, está bien.
“Osmany informa (13:00 p.m.), que Pedrito Miret sacó 24 obuses para Jovellanos, que tiene 24 obuses listos, y está preparando las baterías de 122.”
Interrumpo en este punto el relato de las instrucciones que iba impartiendo con relación a los continuos combates en Girón, para incluir las partes esenciales de la conversación que sostuve el 25 de abril de 2011 con quien fuera jefe del batallón de la Escuela de Responsables de Milicias, el coronel retirado Nelson González, un compañero capaz y bien preparado de esa unidad combativa que derrochó valor y arrojo en aquel fiero combate frente a la invasión mercenaria organizada por el imperialismo contra nuestra Patria.
“Cmdte.- ¿A qué hora recuerdas que llegaron a Pálpite?
“Nelson González.- Yo calculo que sería entre 9:30 y 10:00 de la mañana.
“Cmdte.- ¿Recuerdas qué había en Pálpite? ¿Cómo era el pueblito?
“Nelson González.- El pueblito eran cuatro o seis casuchas de yagua, con los techos de guano, que cuando se les tiró cogieron candela, porque en Pálpite nos hicieron disparos aislados; o sea, que Pálpite, en realidad, no fue tomado en combate, fue ocupado.
“Cmdte.- ¿De dónde venían los disparos que dices?
“Nelson González.- Venían de los alrededores de allí, no pude precisar porque fueron muy pocos disparos.
“En esos momentos lo que había allí, como máximo, era un pelotón, el primer pelotón de la primera compañía.
“Cmdte.- ¿Y el resto dónde estaba?
“Nelson González.- El resto estaba en la columna que venía detrás.
“Nosotros entramos en Pálpite, nos apoderamos de Pálpite y caminamos un poco hacia adelante.
“Cmdte.- ¿Pero a qué distancia están las casitas aquellas?
“Nelson González.- Las casitas deben estar, Comandante, a unos 25 o 30 metros de la carretera, estaban muy cerca de la carretera.
“Cmdte.- ¡Ah! ¿Y de ahí qué hizo la tropa?
“Nelson González.- La tropa venía detrás y se fue pegando allí, tratando de avanzar hacia la playa. Eran más de las 11:00 de la mañana. Entonces fue cuando nos hacen un fuego fuerte desde la avanzada que tenían ellos, porque ellos tenían avanzada.
“Cmdte.- ¡Ah! ¿Te recuerdas a la hora que fue eso?
“Nelson González.- Debe haber sido antes de las 12:00 del día.
“¿Usted sabe por qué le digo eso? Porque alrededor de la 1:00 o 1:10 fue cuando llegaron los aviones.
“Cmdte.- ¿Y hacia Soplillar movieron alguna gente?
“Nelson González.- Hacia Soplillar se movió una compañía, menos un pelotón. Del teniente Roberto Conyedo León.
“Cmdte.- Que es el que está vivo.
“Nelson González.- Sí, que es el que está vivo.
“Cmdte.- ¿Dónde vive él?
“Nelson González.- Está viviendo en La Habana.
“Cmdte.- ¿No pudiste averiguar la dirección?
“Nelson González.- No pude averiguar la dirección, pero me dijeron unos compañeros que él no está muy bien de salud.
“Cmdte.- Pero tiene que haber otro compañero que estaba en la compañía. ¿Qué compañía era?
“Nelson González.- Era la segunda compañía. Rodrigo Rossié Rodríguez, un teniente de milicia del primer curso, era jefe del segundo pelotón.
“Cmdte.- Rodrigo Rossié. ¿Sabes si vive o murió?
“Nelson González.- La última noticia que tuve de él es que está vivo y que anda por el ICRT, porque es especialista en comunicaciones.
“Cmdte.- Conyedo es el que está mal. ¿Qué edad tiene Conyedo?
“Nelson González.- Debe tener más o menos la edad que yo tengo, debe andar cumpliendo los 70 o 71.
“Cmdte.- ¿Sabes algo del otro pelotón?
“Nelson González.- El jefe del otro pelotón era Claudio Argüelles Camejo, que es el que se queda en Pálpite. Yo le dije que había ido para Soplillar una compañía, menos un pelotón; éste se queda en Pálpite y lo matan en Pálpite cuando el bombardeo.
“Cmdte.- A él lo matan.
“¿Atacaron Pálpite también, al mismo tiempo?
“Nelson González.- Sí, por la tarde la aviación atacó.
“Cmdte.- ¿Fue por la tarde que atacaron a la compañía?
“Nelson González.- Eso fue ya cuando entró la aviación, a partir de la 1:00 de la tarde.
“Cmdte.- ¡Ah, bueno!, llaman la tarde a la 1:00. Fue el mismo que los atacó a ustedes por la carretera.
“Nelson González.- Sí, fue el mismo avión, ametrallaba, tiraba bombas y tiraba cohetes.
“Cmdte.- Pero ese avión tiene que apartarse de la carretera para tirar en Soplillar.
“Nelson González.- Pero muy poco. Muy poco porque antes de Soplillar tiró para Boquerón.
“Cmdte.- Me has hablado del pelotón uno, que es donde está Rodrigo Rossié Rodríguez, y ahora me estás hablando del pelotón dos, el de Claudio, ¿no?
“Nelson González.- Sí, el pelotón dos es el de Claudio.
“Cmdte.- El de Claudio.
“¿Y cuántos pelotones había allí?
“Nelson González.- El tercer pelotón va también para Soplillar.
“Cmdte.- ¿Cómo cuántos hombres estaban con ellos?
“Nelson González.- Con ellos, bueno, una compañía, pero en el pelotón deben haber sido alrededor de 60 a 80 hombres en Soplillar, y en Pálpite se deben haber quedado 25 o 30 hombres de esa compañía.
“Cmdte.- Correcto. ¿A qué distancia tú calculas que está Soplillar de Pálpite?
“Nelson González.- Yo calculo que Soplillar está de Pálpite a unos cinco o seis kilómetros, me parece.
“Cmdte.- Correcto. Sí, es la idea que yo tenía, me parecía que Soplillar estaba un poquitico más apartado de la carretera.
“Nelson González.- Sí, sí. Soplillar está apartado de la carretera.
“Cmdte.- ¿Cómo cuánto?
“Nelson González.- Yo le digo que usted tenía que romper camino por ahí para adentro hasta llegar a Soplillar, que es donde había una pequeña pista y ahí yo le digo que más, menos, estaba metido para adentro, por lo menos, entre cuatro, cinco o seis kilómetros.
“Cmdte.- Ah, bueno, esa es mi idea.
¿Y qué casa tú me dijiste que había donde mataron a Claudio?
“Nelson González.- En Pálpite.
“Cmdte.- ¿También todo eso es Pálpite?
“Nelson González.- Donde matan a Argüelles es en Pálpite.
“Cmdte.- ¿Y los que estaban en Soplillar de qué compañía eran?
“Nelson González.- De la segunda.
“Cmdte.- ¿También?
“Nelson González.- Sí, porque la compañía que se manda para Soplillar es la segunda compañía, menos un pelotón.
“Cmdte.- ¿Donde matan al muchacho? ¿Claudio era del segundo pelotón?
“Nelson González.- Del segundo pelotón de la segunda compañía.
“Cmdte.- ¿Alguien tendrá la lista de los hombres?
“Nelson González.- En el material que le mando a usted, está el jefe de batallón, los jefes de compañías y pelotones.
“Cmdte.- ¿Me dijiste que en el batallón eran cinco compañías?
“Nelson González.- Seis compañías y una batería de morteros de 82 milímetros.
“Cmdte.- Cuando avanzaron hacia Playa Larga, a la 1:00 dices tú, más o menos, ¿fue todo el curso o mandaron dos compañías? ¿Cómo es?
“Nelson González.- Fíjese, delante iban la primera y tercera compañías; atrás iba la cuarta compañía y un poco más atrás la sexta compañía, porque la quinta se había quedado en la escuela; la quinta se incorpora después de las 3:00 de la tarde, porque ya lo que dejan aquí en Matanzas es un pelotón para cuidar la guarnición.
“Cmdte.- Correcto.
“Realmente las que estaban allí en ese momento eran cuatro, atrás se queda la quinta. ¿Y la sexta? Son seis.
“Nelson González.- La sexta iba un poco más atrás. Lo que pasa es que como íbamos en columnas, digamos, prácticamente en orden cerrado, no teníamos forma de desplegarnos, éramos muy vulnerables.
“Cmdte.- ¿Te recuerdas de la carretera hacia la playa, después que uno ha cruzado la boca de la laguna y todo eso, cuándo empiezan los árboles? ¿Es antes de llegar a Pálpite?
“Nelson González.- Los árboles frondosos empiezan después de Pálpite, por la izquierda, porque por la derecha era hierba mala, como una especie de planta espinosa.
“Cmdte.- Cuando llega el avión, ¿la primera compañía dónde está?
“Nelson González.- La primera compañía está aproximadamente a un kilómetro de Pálpite.
“Cmdte.- Entonces había bastante densidad.
¿Como cuántos hombres había reunidos allí?
“Nelson González.- Allí estaban reunidos los de la primera y la tercera, debía haber alrededor de 200, 280 hombres.
“Cmdte.- Pero por la izquierda y por la derecha.
“Nelson González.- Sí, por la izquierda y por la derecha.
“Cmdte.- A un kilómetro. ¿Qué distancia había de la playa?
“Nelson González.- Calculo más o menos tres o cuatro kilómetros, porque, si mal no recuerdo, de Pálpite a la playa hay seis kilómetros.
“Cmdte.- Desde las cuatro casuchas aquellas.
“Sí, ya entiendo, más o menos, eso es correcto.
“¿Y ellos, desde tierra, hasta dónde habían avanzado los mercenarios?
“Nelson González.- Los mercenarios tenían posiciones avanzadas. Yo calculo que no era más allá de 500 metros de la posición principal que estaba a la entrada de la playa.
“Cmdte.- Alrededor de 500 metros.
“Eso es a la 1:00.
“Nelson González.- Sí, más o menos a la 1:00.
“Cmdte.- ¿Los morteros están tirando ya, los 105?
“Nelson González.- No, todavía.
“Cmdte.- ¿Y el cañón sin retroceso?
“Nelson González.- El chiquito, el de 75 milímetros.
“Cmdte.- Bueno, ellos tenían dos tipos según yo tengo entendido, creo que el 57 y el 75.
Estoy tratando de imaginar lo que puede verse a cuatro kilómetros.
Tal vez ellos tenían 500 metros avanzados por esa zona.
Mira a ver si recuerdas, por la noche, cuando llegaron los cañones del 85, que discutieron con Fernández, que se situaron detrás de Pálpite, ¿en qué lugar fue?
“Nelson González.- Un poquitico detrás de Pálpite, a la izquierda.
“Cmdte.- Pero, ¿en tierra, o sobre la carretera?
“Nelson González.- En tierra, en el diente de perro que había allí.
“Cmdte.- ¿Te acuerdas cuando llegaron los cañones 122?
“Nelson González.- No, no recuerdo eso, porque ya los cañones 122 llegaron en horas del anochecer.
“Cmdte.- Sí, al anochecer.
“Nelson González.- A la izquierda había un pequeño campo para desplazar las piezas antiaéreas. No recuerdo si fueron cuatro piezas o seis piezas de cañones 85 milímetros, y si mal no recuerdo, el jefe de la batería era el teniente Dow, pero no recuerdo bien cuál es su nombre.
“Cmdte.- ¿Está vivo o ha muerto?
“Nelson González.- No, no sé.
“Cmdte.- Cuando llegaron los cañones, se supone que utilizaron ese terreno allí.
“Nelson González.- Los vi, no lo supongo, sino que los vi.
“Cmdte.- Yo conozco un compañero —el otro día estuve hablando con él— que es hermano de un teniente que matan los aviones, a esa hora, en el primer ataque. Él tenía unas granadas...
“Nelson González.- Ese es Claudio Argüelles Camejo.
“Cmdte.- Exacto.
“Nelson González.- En el material que yo le mando están las fotos.
“Cmdte.- Correcto.
“Entonces se lo llevaron para allá porque estaba muerto. ¿Usted recuerda o tiene idea de los compañeros que resultaron muertos o heridos en aquel lugar, a la hora en que los aviones atacaron?
“Nelson González.- La hora en que los aviones atacaron debe haber sido entre las 13:00, las 15:00 o las 17:00 horas, creo que a las 15:00 horas.
“Cmdte.- ¿Dónde pueden estar los datos de los muertos y heridos?
“Nelson González.- Los muertos van ahí en el material.
“Cmdte.- Correcto. ¿Y usted recuerda los muertos?
“Nelson González.- Muertos son 21 y uno que falleció después. En el material que le mando están los 21 que cayeron en combate, el número 22, que falleció después, no lo tengo.
“Cmdte.- Correcto.
“Nelson González.- Con todo gusto le contesto todas las preguntas que me haga.
“Cmdte.- Correcto. Gracias
“Está vivo el Jefe de la Columna 1, Haroldo.
“Nelson González.- Por el día no había llegado Haroldo.
“Cmdte.- No, eso fue por la noche, todos ellos llegaron por la noche; porque estoy pensando, me hago una pregunta, realmente, por qué avanzaron a esa hora.
“Nelson González.- Bueno, Jefe, solamente con el curso de los años le he hallado una explicación a eso, única y exclusivamente fue el entusiasmo, el deseo de victoria y la elevadísima moral que tenía aquella gente. Después los mercenarios se preguntaban cómo era posible que los hombres de las camisas azules y las boinas verdes cayeran y los demás seguían avanzando.
“Cmdte.- Creo que esa es una explicación, realmente, porque a mí ni por la mente me pasaba mandar a esa gente a avanzar a esa hora, porque todavía no habían llegado los tanques ni la artillería antiaérea; fue una sorpresa. Ahora lo entiendo.
“¿Después del ataque dónde pudieron replegarse ustedes?
“Nelson González.- Hasta Pálpite otra vez.
“Cmdte.- ¿Pero dónde pudieron ocultarse los compañeros, porque el día es largo?
“Nelson González.- En los alrededores de Pálpite, en las carreteras y en los bordes de las cunetas, allí no había más nada.
“Cmdte.- Pero allí también los podían atacar otra vez.
“Nelson González.- Sí, cómo no, nos atacaron también.
“Cmdte.- ¿Después de aquel ataque volvieron a repetir?
“Nelson González.- No, a mí me parece que ellos volaron una vez y volvieron a volar otra vez sin ir a recargar, porque no había tiempo de ir a Nicaragua.
“Cmdte.- Es verdad que tenían que ir hasta allá para recargar y tardaban horas.
“Nelson González.- Ahorraban las municiones para hacer varios pases.
“Cmdte.- Sí, pero no podían estar mucho tiempo dando vueltas.
“Nelson González.- No podían estar mucho tiempo en el aire.
“Cmdte.- ¿Tú recuerdas cuándo llegaron los primeros tanques?
“Nelson González.- En horas de la noche también.
“Cmdte.- Sí, porque aquellos no podían llegar allí hasta por la noche, precisamente para que no los atacaran.
“Nelson González.- Claro, claro.
“Cmdte.- Y tampoco la artillería, ya fueron con antiaéreas. Yo tengo los datos de todo lo que se mandó para allá. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que cuando atacamos, atacamos conscientes; ahí, indiscutiblemente, también nos dejamos llevar por el entusiasmo, puede decirse; porque, bueno, no se puede hacer otra cosa si tú llevas tanques y artillería antiaérea, había que atacar.
“Nelson González.- Prácticamente fue a pecho descubierto.
“Cmdte.- Claro, pero iban tanques.
“Nelson González.- Ya iban tanques y al lado la artillería estaba tirando y los morteros estaban tirando.
“Cmdte.- Vamos ahora a recordar un poco aquello.
La gente de Haroldo tenía instrucciones, iban protegidos por los tanques, en cierta forma: el primer tanque delante, en el segundo iba López Cuba, en el tercero creo que Haroldo; tenían, por lo menos, algo.
“Ahora, ¿recuerdas qué compañía de ustedes avanzó con ellos por la noche?
“Nelson González.- La primera y la tercera compañías.
“Cmdte.- ¿Volvieron la 1 y la 3?
“Nelson González.- Sí, después del repliegue hasta Pálpite, por la tarde, por la noche se volvió de nuevo al ataque. Ahí llevamos cerca de 300 hombres.
“Cmdte.- ¿Iban por los dos lados también o avanzaron por la izquierda?
“Nelson González.- Por los dos lados de la carretera.
“Cmdte.- ¿Y la gente de Haroldo por qué lado iba?
“Nelson González.- Yo leí el otro día un artículo que decía que la gente de Haroldo era el segundo escalón de la Escuela de Responsables de Milicia, y por lo que yo recuerdo la gente de Haroldo iba junto con nosotros.
“Cmdte.- Claro, se suponía que ellos tenían que ir primero porque tenían los tanques, tenían la artillería, era una tropa fresca. Se suponía que ustedes fueran también, porque ese nivel de bajas no se conocía en el Puesto de Mando Central. Recuerdo que era oscuro cuando llegamos, me parece que era oscuro; porque llegué hasta donde estaban tirando algunos morteros nuestros de 120 milímetros y donde estaba ubicada la artillería, los obuses de 122 milímetros, hablé con Haroldo. Estando allí es que me llega el mensaje por escrito de que estaban desembarcando por el oeste de La Habana —todo eso está escrito y filmado—, las instrucciones que le doy a Fernández y lo que me responde Fernández.
“Ya estaban mandando para allá el batallón 111, y otro más, creo que era el 144. Con Haroldo había llegado también una compañía de tanques.
“Había que cortarles la retirada, sobre todo después que nos rechazaron el ataque.
“Es que era suicida, desde el momento en que empezaron. Uno de nuestros tanques llegó hasta el final de la carretera donde estaban atrincherados un tanque de los mercenarios, cañones sin retroceso, morteros de 105 milímetros y ametralladoras calibre 50 barriendo la carretera recta, sin posibilidad alguna de franquearla.”
Más adelante volveré sobre este tema que abordé con Nelson González, hoy Coronel retirado de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, Jefe del batallón de la Escuela de Responsables de Milicias, que había ocupado el caserío de Pálpite, alrededor de las 10 de la mañana del 17 de abril, y envió hacia Soplillar la compañía 2 menos un pelotón; puntos donde fueron lanzados dos nutridos y bien armados pelotones de paracaidistas enemigos.
Día 18
“08:30 hrs. A Ameijeiras. Los morteros no los lleves. Pídele a Osmany la compañía de Milicias. Manda a un tipo “bicho”, que vaya a Soplillar, y que averigüe. Que manden para Jovellanos las dos baterías de bazucas que quedan en el INRA. Tú te instalas aquí (le señala en un mapa).”
Testimonio de Samuel Rodiles Planas, tomado de Periódico Trabajadores, 19 de abril de 1999
“Fidel nos mandó a buscar a Efigenio Ameijeiras y a mí. Al llegar al Punto Uno vimos una mesa con un mapa que era analizado por varios compañeros. Nos plantearon la misión, que consistía primero en recibir la compañía ligera de combate del batallón 116 de las Milicias Nacionales Revolucionarias y la compañía de bazucas del INRA. Debíamos trasladarnos al central Australia y de allí seguir avanzando hasta ocupar el terreno entre Cayo Ramona (por el pantano de turba) y la costa. Fidel nos dijo: ‘Hay que meterse en la retaguardia del enemigo y crearle una situación de inseguridad total, cuando ellos traten de ir de Playa Girón a reforzar Playa Larga o retroceder, que se encuentren que desde la retaguardia les están haciendo la guerra’. Recalcó que la misión era difícil y era posible que quedáramos cercados, pero que podíamos ir convencidos de que nos prestarían la ayuda necesaria.
“Yo era un muchachón y estaba muy influido por los libros soviéticos Los Hombres de Panfílov y La Carretera de Volokolamsk, que eran muy famosos entonces, y le respondí a Fidel: ‘Mire, Comandante, no se preocupe, que los hombres de la Policía Nacional Revolucionaria van a ser más bravos que los de Panfílov. Recuerdo que Carlos Rafael Rodríguez al oírme decir eso se echó a reír’.”
“08:45 hrs. Fidel ordena a Sergio del Valle que la Columna Especial de Roger, completa, esté alrededor de las cuatro o cinco (de la tarde) en Jovellanos, menos los morteros ni los zapadores, sin perder ningún hombre ni extraviarse ningún camión. Esperar órdenes de Fidel.
“08:58 hrs. Australia. ¿Cómo?, ¿qué necesitan refuerzos? ¿Cómo están pidiendo dos batallones, si ayer fueron dos? ¿Para qué? Si necesitan refuerzos, mándales el batallón que está en Jagüey […] Dile a Fernández que los tanques deben atacar no por la carretera donde atacaron anoche […] debe tratar de meter los tanques por Soplillar y atacar desde el Este, como quien viene de Girón”.
“Que él ataque con obuses, pero que lo empiece ahora mismo, que no importa lo que tarden los tanques, él debe ir machacando sobre la gente, que esté machacando incesantemente y que no espere por los tanques ni por nadie, […] que no deje de atacar ni un minuto a esa gente.”
“09:22 hrs. A Aragonés. Vamos a mandar los obuses de Pedrito para allá.
“10:00 hrs. (Del Valle informa que Augusto necesita dos horas para revisar los tanques, y eso retrasaría la operación, y consulta que si los manda así o qué). Dale las dos horas. (Se refiere a los SAU 100 y uno o dos de los tanques de López Cuba que estaban por llegar).
“10:05 hrs. A Del Valle. Dale a Pedrito dos mil quinientas balas de alto explosivo.
“10:12 hrs. A Pedrito Miret personalmente: Yo propongo que cojas los doce cañones 122, entonces, que el bombardeo tuyo no solamente sea sobre esto, sino sobre Bermeja, Helechal, Cayo Ramona y la encrucijada esta (señala un mapa). Una parte de tu operación consiste en esto: facilitarle a Filiberto la entrada aquí. Tú tienes que bombardear todo esto, hasta San Blas. Yo propongo que a Pedrito lo apoyen dos baterías de antiaéreas. Deben situarse en Covadonga.”
Testimonio de Pedro Miret Prieto:
“El día 18 recibí instrucciones para que nos trasladáramos con el grupo restante, con toda urgencia, hacia la carretera que va del central Covadonga a San Blas al este. Fidel me dijo que lleváramos la mayor cantidad de proyectiles posibles para bombardear incesantemente al enemigo en esa región. […] Esa misma noche empezamos a cañonear la zona ocupada por el enemigo.”
“10:20 hrs. A Del Valle. Mándale a Pedrito, además de lo que tiene, 4 000 balas de obuses.”
“10:25 hrs. A Aragonés. Yo propongo que tú hagas este avance con el batallón ese que está ahí y con cuatro batallones más, hay que avanzar con el equivalente de una división.
“La otra noticia que te quiero dar es que vas a avanzar con quince tanques, pero entre ellos diez Stalin.”
“Tú puedes iniciar el ataque con tres batallones, es decir, el que está ahí y dos más que deben movilizarse al efecto.”
“10:35 hrs. A Del Valle. Preguntar si ha salido el parque y decirles que no lo manden al Covadonga sino a Real Campiña, por el camino de Colón, por Aguada.
“Hay que dar dos órdenes: a Augusto que el batallón ligero que está en Jagüey lo mande para Yaguaramas, y que los cañones del 122 que llegaron allí con tractores los mande para Covadonga hoy temprano, que salgan al mediodía, y esperen órdenes de Pedrito Miret.
“10:38 hrs. A Del Valle. Hay que decirle a Kike que mande junto con los diez tanques cinco automotrices.
“11:10 hrs. A Osmany. La tropa de Ameijeiras debe estar en Soplillar al amanecer, llegar de Jagüey a Soplillar.
“11:15 hrs. A Del Valle. Llamar a Augusto y decirle que de las dos baterías antiaéreas que están en Australia, una de ellas, cuádruple, se la mande a Pedrito Miret para Covadonga.”
En el libro de Quintín Pino Machado sobre la Batalla de Girón se reflejan acontecimientos de aquellas horas de la mañana del 18 de abril de 1961:
“A las 10:30 horas el capitán Fernández informa al comandante Augusto que había ocupado a Playa Larga y enviaba al central Australia un parte urgente. Decía así:
“Comandante Augusto:
“1. El enemigo se retiró de Playa Larga que está siendo ocupada por nuestras tropas. El enemigo se movió hacia Girón.
“2. Estoy trasladando artillería antiaérea a Playa Larga y artillería de campaña, preparándome para atacar hacia Girón.
“3. Espero poder atacar en horas del día.
“4. No hay actividad aérea enemiga por esta zona, al parecer, unos chorros hacia las 10.15 ametrallaron nuestras avanzadas.
“5. Informar FAR (Fuerza Aérea) que Playa Larga en nuestro poder”.
En el libro también se recuerda que “el Comandante en Jefe conoció esta noticia por una llamada a las 11:42 y se afirma que se disgustó.”
Yo estaba realmente indignado. Dividir en dos las fuerzas enemigas significaba no solo recuperar Girón en menos de 48 horas sino, fundamentalmente, evitar que la dirección de Estados Unidos dispusiera de tiempo para recuperarse del desastre político que estaba a punto de sufrir. Significaba igualmente ahorrar el 80% de las bajas que sufriríamos en muertos y heridos.
Recordaba que en la Sierra Maestra, hacía apenas cuatro años, cuando teníamos ya 30 combatientes con alguna experiencia, emboscábamos y golpeábamos a tropas selectas de la tiranía batistiana. En terreno boscoso, uno o dos pelotones podían desorganizar una columna de 200 o 300 hombres. La fuerza enemiga en Playa Larga podía ser copada rápidamente, incluso, avanzando a pie desde Pálpite por un trillo y emboscándose en la retaguardia con armas automáticas y algún medio antitanque, evitando que los mercenarios reunieran la totalidad de sus fuerzas y medios en Girón. Yo conocía un camino por donde circulaban y podían transitar tanques en cuestión de 15 minutos, y marchando a pie con la sombra del bosque no más de una hora.
Eso es lo que pensaba hacer cuando llegó, alrededor de las 11 y 30 de la noche del 17, la noticia que me obligó a marchar al Punto Uno en la capital, e impartí instrucciones al comandante Augusto Martínez para que las transmitiera a Fernández.
Una fuerza artillera de 24 obuses, 6 morteros de 120 mm., 6 cañones de 85 milímetros y numerosas baterías de armas antiaéreas eran más que suficientes para borrar del mapa a las fuerzas mercenarias que estaban en Playa Larga.
Le escribí la breve nota a Fernández que firmé a las 3 a.m. del día 18, y partí a toda velocidad hacia la capital. No existía la autopista de seis vías, que permite hoy llegar en hora y media a las proximidades del central Australia. Había que atravesar la ciudad de Matanzas y tomar la Vía Blanca. Arribé a la Capital alrededor de las 6 de la mañana. No diré con cuánta amargura supe que no se había producido tal desembarco. Fue tal vez lo único que le salió bien al Gobierno de Estados Unidos en aquella aventurera guerra, como señalé en la primera parte de estas Reflexiones.
Sin descansar un minuto me dirigí al Punto Uno y comencé a trabajar de nuevo a las 8 y 30. Solo 3 horas después es que recibo noticias de que el enemigo pudo retirarse sin novedad y reunir sus hombres y sus armas en Girón. Me reafirmé en la convicción de que la dirección principal del ataque enemigo era Girón y que había agotado ya su fuerza de mercenarios. Lucharían desesperadamente por evacuarse.
“11:42 hrs. A Augusto. Australia. ¡Es una vergüenza que esos tipos se hayan retirado para Playa Girón, es una vergüenza! Es una desidia que no hayan mandado aunque sea una compañía para cortarles la marcha, ¡si ya debían haber movilizado una compañía en la carretera!, saliendo de Soplillar ya debíamos haber llegado a la costa. ¿Tú se lo diste, a qué hora?, porque tú comprenderás lo sencillo que hubiera sido colocar una compañía en la costa y entonces cortar la retirada a esos señores, si no, van a seguir haciendo resistencia.”
“Bueno, ahora le vas a decir a Fernández de parte mía […] ¡Qué tiene que avanzar…! Dile que siga lo que se le dijo. Ponme a Julio al teléfono. Oye, Julio (nombre de guerra de Flavio Bravo): ¿cómo es que no le han cortado la retirada a esa gente? Mira, Julio, debieron haber mandado una compañía ya, para cortarles la retirada. Yo mandé que metieran algunas tropas de infantería y cortaran la retirada; ¿por qué no hicieron eso, si eso, además, era elemental? ¡Si no era para que se pudieran haber ido nunca! ¡Lo menos que pueden hacer es perseguir a esa gente, con tanques!, los seis tanques esos…”
“Mira Julio, tú le dices de parte mía a la gente que agarren los tanques o lo que tengan a mano y que los vayan persiguiendo. Y, ¿no están persiguiendo al enemigo? ¡Díganme si tienen un pacto de no agresión con los mercenarios!”
“A Del Valle: Dile a Curbelo que se retira el enemigo de Playa Larga a Playa Girón, que lo persigan y lo castiguen, y dé cuenta de su situación.”
“A Julio. Oye, yo voy a mandar a la aviación, ya que los han dejado escapar, cuando debieron haberlos perseguido. ¿Qué concepto de la guerra es ese? ¡Qué hacen con tanto cañón y con tanto tanque!
“Eso es una vergüenza, Julio, tienes que mandar a perseguir a la gente esa inmediatamente. Yo voy a mandar a perseguirlos con los aviones. ¡Pero si tenemos antiaéreas hasta para hacer dulce! ¡Y que avancen los tanques que están ahí! Vamos a ver cómo los persiguen hasta Girón, no vaya a ir un barco a recogerlos y cojan los tanques y todo, enemigo que huye no hace resistencia. Cáiganle con los tanques. Si ustedes hicieran eso, ¡qué bien harían! Pero se les van a ir los mercenarios, ¡acuérdate que te lo digo!, ¡se van a ir los mercenarios! ¡Pero háganlo, por su madre, para ver si de día, porque los tanques viajan mejor de día! […] Dile que los tanques que están ahí, que no hagan más reparación ni un carajo, que se unan a los otros y que los persiga. Los morteros y antiaéreas detrás. Vamos a realizar el plan de anoche, que están en retirada.”
Ruego a los lectores que me excusen las palabras indebidas. Si no las incluyo, estaría traicionando la verdad sobre los hechos que narro.
Recordar igualmente que no solo envié el batallón de la Columna 1 al mando de Haroldo Ferrer, quien se unió a nuestra tropa rebelde en las cercanías de Chivirico a mediados del año 1957, como Almeida rememora en su libro “Por las faldas del Turquino”. Con él iba Néstor López Cuba con 15 tanques y blindados, numerosas baterías antiaéreas, morteros pesados, 24 obuses de 122 mm. y la compañía de bazucas de Roger García Sánchez. Su misión era tomar Girón. Aquellos valerosos combatientes no eran artilleros expertos, pero conocían lo suficiente para pulverizar las fuerzas mercenarias. Sé que hubo después alusiones despectivas acerca de la poca preparación de aquellos artilleros. Si se hubiese conocido nuestra ignorancia en materia de morteros y bazucas —para qué hablar de obuses y tanques— cuando luchábamos en la Sierra Maestra, a nadie se le habría ocurrido una palabra despectiva respecto a los hombres que demostraron sobradamente en la Batalla de Girón lo que eran ya capaces de hacer con aquellas armas.
Muchos años más tarde, supe y comprobé hechos sobre los cuales, después de aquella afortunada aunque costosa victoria, no tuve oportunidad de conocer con adecuada precisión. En determinados aspectos la versión histórica no se ajustaba rigurosamente a los hechos.
Continúo la narración basándome en documentos de irrebatible constancia histórica y, a veces, en versiones de participantes que jugaron un papel importante en los acontecimientos. Por mi parte, siempre expresé con rigor lo que en ese momento conocía y no podía olvidar.
“12:00 hrs. Kike (capitán del Ejército Rebelde Enrique González). Manda la compañía grande. Primero la chica, y después la grande, por sus propias ruedas. ¿Cuántas?, ¿diez?
“Pero nosotros queremos meter media compañía más. Yo no te lo dije porque creía que no íbamos a conseguir zorra, pero hemos conseguido trenes. Lleva estas por zorra, cogiendo por Colón a Aguada, a Real Campiña, a Yaguaramas, y que se sitúen allí, que es muy importante. ¿Tú crees que puedas llevarlas todas en zorras?, ¿es posible? Bueno, llévalas en zorra. Vamos a ver si conseguimos las diez zorras, porque es importante ese avance de mañana.
“Todo marcha bien, se van retirando esos cabrones, pero se van a poder ir si nosotros seguimos comiendo mierda. La columna de Roger que vaya, que se sitúe en Australia y allí que espere órdenes del compañero que va a ir con ellos a cumplir una misión especial, el compañero Aldo Margolles. Si esta noche pueden estar allí, magnífico, de primera calidad eso. ¿En Yaguaramas? Si eso es verdad, ¡qué bonito suena! Sí, una gran cantidad de cañones, sí. Bueno, sitúalos con Pedro García; había que mandar una rastra de obuses del 122, por lo menos cuatro ó cinco mil.
“12:05 hrs. A la batería de Puentes Grandes, que manden la batería veterana para el Covadonga a las órdenes de Pedrito Miret, y la otra para Oriente con Raúl.
“12:07 hrs. A Curbelo. Es necesario que vean la posición de los mercenarios allí. Dígannos dónde están estos cabrones y échenles con el rayo. Van a querer agarrar los barcos, y eso es peor que si nos hicieran una cabeza de playa. Bueno, ¡van a agarrar los barcos!, van echando para atrás.
“12:10 hrs. A Augusto. Australia. Dile a Fernández… que coja tanques y lo que sea, y que persiga a esos hombres, porque se nos van a ir.”
“Mándale a Fernández en una motocicleta la orden urgente de que con los equipos blindados que tenga allí inicie la persecución de esa gente. Que los tanques vayan detrás, pero que ellos tienen que mandar una punta de vanguardia de tanques para saber dónde se mete esa gente. Esa gente está en retirada, está desmoralizada, y hay que perseguirla. ¡Qué vergüenza me da que un cabrón enemigo derrotado se nos vaya a ir! Oye, ¡se nos van a ir, Augusto!, ¡hay que tomar a Girón! […] Yo mandé a la FAR a que persiguiera a los tipos y los pienso perseguir por toda la carretera.
“12:13 hrs. A Aldo Margolles (capitán del Ejército Rebelde). Ustedes tienen que avanzar esta noche lo más posible y hacer un esfuerzo sobrehumano para ver si al amanecer ustedes se han colado allí en la posición. Investiga todos los medios posibles para llegar por vehículos. Ellos no van a encontrar por dónde huir.
“12:15 hrs. A Osmany. ¿Nosotros no pudiéramos, en helicópteros, situar una compañía de hombres esta noche allí? ¡Llámame al campo de Baracoa, y averíguame cuántos helicópteros grandes y cuántos pilotos tenemos disponibles!
“12:17 hrs. Aldo Margolles. Manda a movilizar un buen jefe de batallón. Mándenlo en camión. Vamos a situarlo en Yaguaramas, vamos a enviarlos a que se tiren en la costa. Ellos se van a creer que esos helicópteros son de ellos, les vamos a cortar la retirada así.
“12:24 hrs. A Curbelo. FAR. Revisarán la carretera de Playa Larga a Girón, que revisen, y es muy importante que digan en qué punto los localizaron. Oye, prepara todos los aviones que vamos a atacar esta noche con una serie de operaciones nocturnas. Todo lo disponible, con todas las bombas y todos los pertrechos. Dile a la gente que tiene que echar el resto en las próximas veinticuatro horas, igual que nosotros. Ahora, después de esto, me informas el resultado de todo, y esta noche vamos a echar el resto. ¡Tenemos que agarrar hasta el último tipo de esos!
“12:25 hrs. A Kike. ¿Cuántos bichos tienes montados? ¿Pueden salir enseguida? ¿En cuántas horas me garantizas que esos bichos pueden estar en Yaguaramas? Bueno, dile a la gente que, por favor, se apuren, porque se están retirando la gente esa, y es de suma importancia, y yo sé que van a tardar más de cinco horas, si echan ocho me doy por satisfecho. Lo triste es que los cabrones esos intenten retirarse. Estén allí lo antes posible, que arranquen.
“12:26 hrs. Augusto. Australia. Oye, Augusto, ¡los tipos se van a ir! ¿Ya? ¿Y los tanques, dónde están? Los otros están llegando. Mándale otro mensaje a Fernández, dile, de parte mía, que en mi opinión el enemigo se está retirando en general, completamente desmoralizado, que es el momento de caerle atrás, sin tregua, hay que tratar de tomar a Girón, porque si no se van. Se lo dices, que les caiga detrás de día, sin tregua, que les rompa el tanque que tienen. Dile que hay síntomas de que se retiran desmoralizados, que es el momento psicológico de caerles atrás, sin tregua, dile que entienda bien que es el momento psicológico de caerles atrás. Mandárselo a decir con otro motociclista, urgentemente, que hay que tratar de tomarles Girón a toda costa, hoy por la tarde, con los tanques en formación y los morteros detrás, los morteros y los obuses. Que aproveche los ocho tanques que nosotros podemos poner en movimiento, y les caiga atrás sin descanso, que hay que tomar Girón esta tarde, hacer un esfuerzo supremo.
“Oye, Augusto, es muy importante que les hagas ver a Fernández y a Julio que el enemigo se retira desmoralizado, que hay síntomas de retirada en otros puntos, que es el momento de caerle atrás, sin tregua; que avance con los ocho tanques, que los tipos no pueden aguantar eso, que les destruya el tanque que tienen y les tomen Girón, que nosotros vamos a ordenar una serie de operaciones y avanzar por otros puntos; que el momento es este, ¡fíjate bien! Mándale el motociclista a la carrera.”
Comenzaba para mí otra batalla, a fin de persuadir a los compañeros que avanzaban desde Playa Larga, de que el enemigo no trataría de desembarcar nuevas fuerzas, sino de reembarcar.
“12:35 hrs. A Del Valle. Vamos a situar esa compañía ligera de combate en Yaguaramas (Ligera de Combate 122, al mando del teniente Debién), a toda velocidad, para cortarles la huída.
“12:37 hrs. Baracoa. ¿Hay cinco que saben manejar a los bichos grandes, hay cinco que saben? Manda a localizar urgentemente ahí a los tres pilotos, que se presenten ahí, que ahí van a recibir instrucciones, ahí en Baracoa. Yo voy a mandar un hombre. Sí, que se queden ahí, con los helicópteros listos para salir urgentemente.
“12:42 hrs. A Del Valle. Mandar un hombre a Baracoa, o mandarle a decir a Baracoa que tan pronto estén los pilotos que vengan para acá. La ligera de combate de Yaguaramas y el jefe aquí, y los pilotos de los helicópteros aquí. Llamar a las FAR, que pongan en Yaguaramas un tanque de gasolina de helicóptero.
“12:45 hrs. A Almeida. Las Villas. ¿Qué noticias hay de allá, del lado tuyo? ¿A dónde? ¿A Caleta de Cocodrilo? ¿Está allí? Dile que se posesione ahí. Y, ¿tienen resistencia delante? Dile que se posesionen ahí, que nosotros vamos a hacer una maniobra, pero que no pasen de ahí. […] ¿René en Cocodrilos? Pero, ¿Matey y Cocodrilos son en la costa? Pero, ¿dónde fue René? […] ¿De dónde salió, por Juraguá? Pero, Pupo está en la costa, avanzando hacia Girón. ¿Avanza hacia Girón sin enemigos? Bueno, a mí lo que me interesa es que la costa al este de Girón sea tomada, eso es de suma importancia, porque van a huir hacía ahí, van a huir y van a caer en manos de los que avancen por la costa. Si fuera posible envía un hombre, aunque sea a caballo, a decirle a Pupo que avance por la noche lo más que pueda hacia Girón, y detrás mandar otro batallón. Yo tenía una tropa lista para llevarla allí en helicóptero, pero siendo así la cosa, yo creo que no es necesario. Manda ese batallón detrás de Pupo, que yo de todas maneras, la fuerza esa aerotransportada la pienso utilizar […] Están en retirada. Playa Girón la pensamos tomar esta noche. ¿San Blas cayó? Bueno, nosotros vamos a destruir esta noche al enemigo en San Blas, les vamos a disparar con veinticuatro obuses. […] es necesario que ustedes manden, a caballo o como sea, un aviso a Pupo de que avance por la noche sobre Girón y se sitúe a 4 kilómetros de allí, no más. Son mil quinientos, según noticias. ¿Un prisionero? Mandaron a todos los que tenían… Todo marcha maravillosamente bien, pero vamos a hacernos los bobos, hasta mañana.
“13:00 hrs. A Del Valle. La aerotransportada va a hacer una audaz operación que va a consistir en que, saliendo de Yaguaramas, la vamos a colocar entre Cayo Ramona y Girón, en la misma carretera, a una ligera de combate.
“13:01 hrs. A Omar (comandante del Ejército Rebelde Omar Iser Mojena): Agarra cuatro bazuqueros con cuatro ayudantes con bastante parque, por lo menos doce granadas cada uno. Vamos a hacer una operación aerotransportada, y te vas a situar dentro de las líneas enemigas, contra un enemigo en retirada, y dirigido a cortarlo en dos. Les vamos a ubicar una compañía en el medio de dos puntos. Los vamos a situar dentro de las líneas enemigas. Estos bazuqueros se pueden ir en helicópteros. Vamos a dar protección aérea al helicóptero. Manda a preparar seis bazuqueros con sus ayudantes, y diles que se dirijan al campo de aviación de Baracoa.
“A Curbelo. Dime, ¿Qué va para allá? ¿Dos Sea Fury, dos chorros y cuántos B-26? ¿Con cuatro bombas de 500 libras? ¿Junto todo el mundo? ¿Ya los Sea Fury están barriendo? ¡Bien!. Es un éxito. Fíjate tú, Curbelo, la importancia que tiene meterle a esa carretera, sobre todo si los localizan a ellos, si localizan el tanque que va retirándose, y destruyan a Girón; cuando ya parezca que se restableció la calma y comiencen a cocinar la sopa […] por la noche, ¿no les vamos a hacer nada? ¿Por qué? Ah, pero es fácil encontrarlo, pero de noche, cuando haya luces, es fácil encontrar el punto. […] Valdría la pena un esfuerzo, porque eso de noche vale mucho, porque están derrotados ya y debemos caerle ahora con más fuerza que nunca, para acabar de derrotarlos. […] con los mensajes esos lo de esta noche, creo que vamos a vengar bien a los compañeros que cayeron allí. Oye, ¡Hay que darle un homenaje a los pilotos, un homenaje público, porque han sido los héroes de la jornada!
“13:10 hrs. A Almeida. Seguro, pero que no tome Girón. Bien, que se prepare a capturarla, que los tanques van para allá. Oye, Almeida, ratifícale esa orden, si es que puede llegar caballo, mulo, jeep o cualquier cosa allí. Y la otra es ésta: esta noche la artillería va a funcionar también del lado de allá y si no se han retirado de San Blas, les van a caer arriba como a nadie les cayó nunca en tan poco tiempo con cinco mil proyectiles de cañón. Les vamos a bombardear Bermeja, Cayo Ramona, Helechal, y todo eso con cañones de 122, y se va a preparar una unidad de tanques para avanzar sobre aquella dirección, ¡guárdame el secreto! ¿Con quién? Pero si Pupo está a más de mil leguas de donde van a caer los cañonazos, si Pupo puede coger un cañonazo es esquivado de los tanques de Playa Larga.
“¿Qué dices?, ¿un norteamericano y tres cubanos?, ¿cuándo? ¿Ahora? Un cañón del 57 y otro del 85, antitanque, ¿Quién? ¿René fue a romper la línea de San Blas y Caleta de Cocodrilo? Sí, pero no ha tomado todavía nada, ni ha tomado a San Blas. Dile que vigile al enemigo por si acaso se retira, pero que ojalá no se retire, porque con eso lo vamos a copar y cortarle la retirada hacia Girón.
“13:27 hrs. A Augusto. ¿Por qué tú sabes que está avanzando? ¿A qué velocidad? ¿Un prisionero más?, ¿quién es?, ¿qué dice? Más o menos lo mismo. ¿Cuántos barcos les hundieron? Y ese prisionero, ¿cómo apareció? ¡Qué gusto se están dando ustedes ahí, detrás de la gente! Mándale a Fernández otro motociclista, dile que el enemigo está en derrota, que lo persiga con la mayor tenacidad, dile que está en derrota, que lo persiga, que este es el momento psicológico; se lo vuelves a decir, que lo persiga sin tregua. Dile que Pupo está a 2 kilómetros de Playa Girón, por el este, que se apure, o Pupo le toma Playa Girón, que están totalmente copados los tipos. Que se apure, a toda velocidad, que marche hacia allá con los tanques, que tiene un chance del carajo. Oye, yo no se por qué son las 1:30 y ¿Fernández avanza?… ¿Los prisioneros?, mándenlos todos para acá. ¿Carros? Pero, ¿tú crees que caben en carros los prisioneros que vamos a agarrar mañana, hoy y mañana? ¡Caben en otros carros! Tengo una idea. Se puede mandar dos prisioneros de esos por delante, con una promesa: que a todos los que se presenten les será respetada la vida… Yo te digo a ti, verdaderamente, que nosotros los podíamos agarrar a casi todos mandando a dos prisioneros allá.
“13:35 hrs. A Del Valle. Yo creo que debemos anunciar al pueblo que yo hablaré mañana. Me voy a presentar en la televisión con cuarenta prisioneros, y decir: ‘tienen la palabra estos señores’.
“13:49 horas. A Ameijeiras. Tienes que apurarte lo más posible; los tanques posiblemente lleguen a Playa Girón hoy.
“13:51 horas. A Gonzalo (Chele). Covadonga. ¿Qué noticias hay? ¿Quién está en San Blas, el enemigo? ¿Están llegando a San Blas? Desde ayer están llegando a San Blas. ¿Es ese el salto más difícil de pasar, San Blas? ¿Qué no caben en un camión las armas que se les han ocupado? ¿Dónde, de Covadonga a San Blas? ¿Entonces San Blas cayó? Pero, ¡cómo no va a haber caído, si se le ocuparon tantas armas! Entonces están jodidos, y perdida la posición esa.
“13:54 horas. A Efigenio. La operación de ustedes háganla siempre, porque existe la posibilidad de que encuentren a la gente allí. Tal vez sería bueno que ocuparan todos los pueblecitos y caseríos que hay entre Soplillar y el punto en que va a salir Margolles.
“13:56 horas. Augusto. Australia. ¿Hay noticias? Sí. ¿Quién? Pero, ¿no está atacando Playa Girón, coño?, ¿con qué carajo va a atacar Pupo Playa Girón? ¿Está avanzando Fernández? Mira, si con ocho tanques Fernández no toma Playa Girón antes de las seis de la tarde…, porque con ocho tanques, la artillería que tienen esos tanques, y todo lo demás, si no lo toma, que se retire. Escríbelo, y mándaselo con un motociclista: que si con ocho tanques, veinticuatro obuses, una batería de mortero y cinco mil hombres que van detrás de él no toma Girón antes de las seis de la tarde, se chotea, frente a un enemigo que huye. ¿Quién viene de jefe de todos ellos? ¿Frank vino? ¿No sabe quien es el jefe? nueve aviones B-26 de Nicaragua, diez P-54; lunes, 2.00 a.m. cinco barcos norteamericanos de García Land; un buque madre de la marina norteamericana trajo los tanques y la lancha de desembarque; los barcos salieron de Puerto Cabezas. El individuo ¿está tranquilo, o está nervioso? Un barco de guerra, el mismo que bombardeó la Texaco. Se entrenan en la isla de Diéguez, Puerto Rico. Y, ¿no lo hundimos? Con un equipo de hombres ranas que se situaron dos horas antes en el canal por donde tenían que pasar, para que dos destroyers de la marina norteamericana, uno con el número 507, entraran a dos o menos millas de la costa, con las luces apagadas. El plan que tenían, con quinientos desembarcarían por Baracoa, Oriente. Un simulacro de desembarco frente a Pinar del Río, la fuerza aérea actuó dos o tres días antes del desembarco, bombardeando los objetivos militares nuestros. Dice que nada más bombardearon tres aviones.
“Oye, y ¿el Gallego qué hace que no acaba de agarrar a toda esa gente? Ray está en desacuerdo con el Consejo, porque quiere mantener la Milicia, y el Consejo no quiere. Ese analfabeto político, ¿de dónde salió?, ¿es cubano? ¿De Santa Clara?, ¿hijo de siquitrillado, o no? ¿A qué se dedicaba ese gusano? Empresario teatral,… Padre Cabelo, jesuita; ¿quién más? Simulacro de desembarco por Pinar del Río. ¿No los puedes mandar para ganar tiempo? Bien, mándalos con una buena custodia, directo aquí, al Punto Uno.”
Traducción de mensajes interceptados al enemigo:
“13:02 hrs. Reportado por la FAR: Primer mensaje: ‘Bajo continuos ataques aéreos, necesitamos apoyo aéreo. El barco de comunicación, hundido GFDLYD93’. Segundo mensaje: ‘Siglas 0940 WK170461, Bajo fuego desesperadamente necesitamos apoyo aéreo. Dos buques hundidos. Ahora, más apoyo aéreo’. Las siglas del primer mensaje: WXI181461.
Testimonio de Haroldo Ferrer Martínez
“Al amanecer del 18 ocupamos a Playa Larga en medio de cierta confusión, porque en la oscuridad nos mezclamos con los mercenarios, que todavía estaban en sus posiciones. El enemigo se retiró en camiones y otros medios.
“Luego nos mandaron a retirar y reagrupé las fuerzas, los heridos y los que siguieron hacia Colón no habían hecho contacto con nosotros. Traté de reagrupar la columna y a pie era más difícil. Después me dieron la orden de pasar a la reserva y nos relevó el batallón de la PNR que era una unidad fresca”.
Testimonio de Víctor Dreke Cruz
“El día 18 nos dieron la orden de avanzar, llegamos hasta el central Covadonga donde nos establecimos y cerramos la entrada de esa zona porque al amanecer el día 19 se iba a realizar una gran preparación artillera y al terminar esta, debíamos avanzar con los tanques, la infantería y artillería.
“El Comandante en Jefe llegó en horas de la tarde a Covadonga y dio las instrucciones de tomar Girón, a las 18:00 horas del 19 teníamos que estar tocando las aguas de la playa. Los jefes que dirigieron la ofensiva en este sector fueron los comandantes René de los Santos, Filiberto Olivera, Raúl Menéndez Tomassevich, Víctor Bordón Machado, Evelio Saborit y el capitán Emilio Aragonés”.
Testimonio de Orlando Pupo Peña
“En la madrugada del día 18 de abril ordené el avance de un grupo de exploración, bajamos a los milicianos de los camiones y empezamos el avance a pie. Habíamos localizado a unos campesinos para que nos orientaran, pues no conocíamos el territorio…”
“Recordé que la misión concreta que ordenó el Comandante en Jefe y que me trasmitió el Gallego Angelito fue: ‘Pupo, coge este batallón, sigue por toda la costa hasta Playa Girón, hasta chocar con los mercenarios, hacerles cosquillas, tú no tienes que tomar a Girón, tienes que hacerle resistencia para que ellos no puedan avanzar hacia acá’.”
“…y el resto del batallón siguió detrás porque no había espacio. La fuerza de la vanguardia eran esos dos grupos de combatientes. Avanzamos y nos hieren a tres compañeros, a uno le hicieron una herida muy grande en la espalda y a otros dos que después murieron en el hospital de Cienfuegos. Uno de apellido Captetillo murió y Arce quedó herido. Llegamos a unos montículos de tierra rocosa donde parecía que se había comenzado una obra.
“…en ese momento nos llegaron tres bazucas, con sus tres bazuqueros, enviadas por el Comandante en Jefe en un helicóptero. Eran tres compañeros de la compañía de bazuqueros del INRA: José Bechara Rodríguez, Luis Céspedes Batista y Sergio Álvarez Matiense.”
A las 21:00 horas el capitán Fernández escribió una nota al comandante Augusto Martínez donde le informa sobre la situación en su frente, según expresa Quintín Pino Machado en su libro:
“Comandante Augusto:
“1. Pensamos avanzar hasta hacer contacto con el enemigo en Girón. Creemos poder hacer llegar nuestras líneas a unos 2-3 kilómetros de Girón.
“2. Estamos situando en posición a los 122, también los morteros. Le ruego me envíe dos baterías más de morteros 120 ahora, para poder usarlas, con todo ello haré un fuego sobre el enemigo durante la noche.
“3. Al amanecer pensamos atacar con artillería, infantería, tanques y avance de la infantería sobre Girón.
“4. En vista de la experiencia pensamos en la necesidad de una grúa para sacar tanques averiados. Pedir urgente esteras de tanques a Managua. Fernández”
Esa es toda la información que recibo de Fernández el 18 de abril desde las 10:30 horas. Habían transcurrido más de 10 horas sin que el Puesto de Mando Central recibiera noticia alguna de lo ocurrido en la dirección Playa Larga-Girón. De Haroldo y López Cuba, jefes de la Columna 1 y de los tanques y blindados que atacaron Playa Larga, no se recibió ese día noticia alguna.
Esas horas las consagré a organizar las fuerzas revolucionarias que atacaron a los invasores desde el Norte y el Noreste de Girón.
Continuará próximamente.
Fidel Castro Ruz
Mayo 25 de 2011
2 y 25 p.m.