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Gracias por todo, Fidel

Data: 

01/12/2016

Fonte: 

Periódico Granma

La tensión inconsolable con la que miles y miles de matanceros aguardaron las cenizas de Fidel, desasosiego que por momentos obró el milagro de hacer correr las lágrimas de mucha gente, devino infinita manifestación de amor y agradecimiento hacia el líder de la Revolución Cubana.
 
Así ocurrió desde que la Caravana de la Libertad ,con los restos del Comandante en Jefe, tocó suelo yumurino por el poblado de Mocha, y en su tránsito por el tramo de la carretera central que comprende a esta provincia: Matanzas, Limonar, Coliseo, Jovellanos, Perico, Colón, Los Arabos y la localidad de San Pedro de Mayabón.
 
El pueblo reunido a ambos lados de la vía, portando banderas cubanas y fotos, esperó anhelante desde bien temprano en la mañana para despedirse del líder.
 
Esto es tremendamente doloroso y da muchos deseos de llorar, manifestó la anciana Angélica Viera en medio de la multitud luctuosa que se agolpó en la avenida Milanés. Es que los cubanos vimos siempre en Fidel a lo más grande, dijo.
 
Justo a las 11.30 de la mañana rebasó el cortejo fúnebre el céntrico parque de La Libertad, donde 57 años atrás, el 7 de enero de 1959, Fidel se dirigió al pueblo matancero desde un balcón del Palacio de Gobierno, quién sabe si bajo el mismo embrujo de ese ambiente marino que circunda a la ciudad.
 
Un testigo del suceso, el entonces joven miliciano Alfredo Ernesto Ramírez, no olvida nada esencial de la histórica fecha y recuerda los postulados más importantes esgrimidos por el líder en esos albores de la Revolución.
 
Habló con mucho fervor, con la vista puesta en el futuro, y tuvimos por primera vez ante nosotros la dimensión real del hombre de ideas y de sus grandes sueños, evoca.
 
Hoy nos reunimos para rendirle homenaje póstumo, y nos satisface poder exhibir una porción de sus ilusiones cumplidas. Basta con echar una sola mirada a nuestro alrededor para ver la obra que él inspiró, como el plan citrícola, el desarrollo petrolero, los hospitales, las escuelas y universidades, la industria turística, es decir, hoy podemos constatar orgullosos lo que aquel 7 de enero de 1959 resultaba una quimera sobre todo para los más jóvenes.
 
Por eso es que esta concentración es todavía más impresionante, porque el pueblo, en medio de la tristeza, sabe que no cifró sus esperanzas en vano, subraya Ramírez.
 
Marcia Brito Hernández, integrante del primer contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, dice sentirse orgullosa de ser parte de una generación que protagonizó múltiples tareas sociales y que resistió los embates y asedios de todo tipo junto a Fidel.
 
Tiene la certeza, eso sí, de que para continuar esa monumental obra humana que es la Revolución Cubana es preciso mantener en alto el legado del Comandante en Jefe. Igual convicción le asiste a Norlenis Serpa Santos, un santiaguero radicado en la provincia y que actualmente es subdirector educativo de la escuela Vocacional Carlos Marx. No es difícil entender la conmoción, porque ese hombre que soñó con un mundo más justo significaba todo para nosotros, asintió.
 
El recorrido por la geografía matancera de la Caravana de la Libertad, con las cenizas del líder histórico, incluyó a la ciudad de Cárdenas, al igual que entonces, cuando Fidel se desvió de la trayectoria para rendirle tributo al líder estudiantil José Antonio Echeverría “…el joven lleno de vida, nobleza, desinterés, extraordinario coraje y profundos sentimientos revolucionarios”.
 
Matanzas, el territorio fundado hace 323 años, cuna de pensamiento y acciones, donde por primera vez se izó la bandera cubana, asiento de las mayores sublevaciones de esclavos, baluarte de cultura, escenario de Playa Girón, más que decir adiós dio una verdadera lección de patriotismo.
 
Parecía como si todo el pueblo, pioneros, trabajadores, combatientes, obreros, todos, se hubieran permitido la libertad de decir como la célebre poetisa: Gracias por todo, Fidel.