Discorsi

Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto de inauguración de la Terminal de Azúcar a Granel de Puerto Carupano, Provincia de las Tunas, el 20 de enero de 1978

Data: 

20/01/1978

Compañeros trabajadores;

Queridos compatriotas de la provincia de Las Tunas:

Nosotros pensábamos que habría un pequeño acto en este cayo, y nos encontramos con esta enorme multitud que ni siquiera tiene posibilidad de aplaudir, porque no le alcanza el espacio (APLAUSOS).

Tenemos motivos de satisfacción o motivos sobrados para sentirnos satisfechos y felices en la tarde de hoy. Por muchas razones, pero entre ellas porque aquí se inaugura esta magnífica obra, que tiene un gran significado para todos.

Esta cuestión del azúcar a granel tiene su historia. En el siglo pasado se cargaba el azúcar en cajas de madera. Hubo pocas, incluso, en que se cargaba en barriles, pero barriles que pesaban 500 libras y hasta más de 1 000 libras. ¡Ya ustedes se imaginan una pobre yunta de bueyes cargando barriles de 1 000 libras! Pero, sobre todo, se imaginarán ustedes cómo se las arreglarían los hombres para cargar aquellos barriles en las carretas y luego en los barcos. Después fueron mejorando las condiciones y cargaban el azúcar en cajas más pequeñas; pero el azúcar en aquella época no salía como ahora, bien suelta, desgranada, sino que todavía el azúcar iba un poco amelcochada, por eso no se podía siquiera cargar en sacos y la cargaban en cajas. Después en la producción de azúcar fue mejorando la tecnología; salía más granulada, más seca, y fue posible cargar el azúcar en sacos.

Pero eso no mejoró prácticamente nada la vida del trabajador, puesto que entonces la cargaban en sacos de 325 libras, y entonces nuestros obreros en los almacenes de los centrales, en los transportes de ferrocarril y en los puertos tenían que llevar sobre sus hombros sacos de 325 libras. ¡Oiganme, y hay que tener hombros bien fuertes para cargar un saco de 325 libras! Y con poca comida, nadie se explica cómo podían nuestros obreros cargar esos sacos. Eran unos verdaderos héroes.

Después, como consecuencia de la lucha, nuestros obreros lograron que al fin les rebajaran los sacos de azúcar. ¿Los llevaron a cuánto? A 250, ¿no? ¿Este saco de cuánto era? (LE DICEN: "Ese es de 100, de 100 libras") Este no, este es de más de 100 kilogramos. Doscientos cincuenta libras aproximadamente. Entonces, rebajaron el peso de los sacos a este límite. Pero seguía siendo una tragedia, a pesar de haber disminuido el peso de los sacos. Todo manual, todo sobre los hombros. Y, además, otro factor es el tiempo de carga de un barco: 10 días, 15 días, 20 días y 25 días cargando un barco. Todo mediante trabajo manual.

Claro, ya a los capitalistas les interesaba el negocio del azúcar a granel, porque ahorraban obreros, ganaban más dinero. Pero los obreros decían: "No, nos van a dejar desempleados". Los obreros decían: "Preferimos seguir cargando el saco de 325 y de 250 antes que el azúcar a granel". Porque entonces los centrales eran de los hacendados, los ferrocarriles eran de los hacendados, los puertos eran de los hacendados y de los capitalistas; el pueblo no tenía nada, no ganaba nada con ese negocio de azúcar a granel, porque le quitaban el trabajo. Y los obreros se oponían.

Cambió todo con la Revolución. Los centrales dejaron de ser de los hacendados, los cañaverales y las áreas cañeras dejaron de ser de los terratenientes, los transportes dejaron de ser de los capitalistas, los puertos dejaron de ser empresas particulares, y todo eso pasó a otras manos. ¿A manos de quién? (EXCLAMACIONES DE: "¡Del pueblo!") A manos del pueblo, a manos de nuestros trabajadores y de nuestros campesinos.

¡Ah, entonces sí! Si era para beneficio de los obreros, si era para beneficio del pueblo, ¡que venga el azúcar a granel! (APLAUSOS)

Con la Revolución se acabó el desempleo, y el problema era otro: faltaban brazos para cargar los sacos, para transportar los sacos, para cargarlos en los puertos. Y, entonces, el azúcar a granel venta a resolver un gran problema de la economía del país y del pueblo.

Eso es lo que significa el socialismo: que desaparece esa contradicción entre los intereses de una economía que no era del pueblo y los intereses del pueblo. Cuando la economía pertenece al pueblo, entonces sí: ¡Venga todo! Venga la combinada que nos libera del corte manual; venga el azúcar a granel que nos libera de cargar esos sacos; venga el transporte mecanizado; venga la mecanización; venga la automatización. Porque todo eso beneficia al pueblo.

Y así, con el triunfo de la Revolución, se empezó a desarrollar este sistema de azúcar a granel. Y en los primeros años de la Revolución el Che se preocupó mucho por esto y por acelerar los primeros almacenes, las primeras terminales de azúcar a granel, que fueron la de Guayabal y la de Matanzas. Después vino la de Cienfuegos. Y para que ustedes vean los beneficios de una de estas terminales, baste señalar que por la terminal de Cienfuegos, desde que se construyó, se han embarcado más de 10 millones de toneladas de azúcar; y solamente en sacos —y los sacos hay que importarlos y hay que pagarlos en moneda exterior—, la terminal de azúcar a granel de Cienfuegos ha ahorrado alrededor de 50 millones de pesos en divisas para el país.

Pero no son solo los millones y las decenas de millones en divisas que ha ahorrado, sino los cientos de miles, los millones de horas de trabajo duro que ha ahorrado a nuestros trabajadores.

Ahora se están construyendo y terminando cuatro terminales más: la de Boquerón, en Guantánamo, que se terminó a mediados del pasado año; esta de Carúpano, que se inaugura hoy; la de Mariel, que se inaugurará muy pronto; y la de Ceiba Hueca, en Manzanillo, que se inaugurará este mismo año. Cuatro terminales más, con lo cual tendremos siete terminales de azúcar a granel. Estas siete terminales significan un ahorro de fuerza de trabajo entre 5 000 y 6 000 hombres por año, y, además, significan un gran ahorro en divisas que teníamos que gastar en sacos. Pero estos no son solo los beneficios, sino que en el mundo hay que vender el azúcar a determinados compradores, esos compradores han hecho instalaciones de a granel, y para importar el azúcar ellos la quieren a granel, porque les reduce los costos, y nuestro país debe estar preparado para esos requisitos.

Desde luego, no todos los clientes compran el azúcar a granel, siempre hay algunos clientes que no tienen muelles para el azúcar a granel y compran azúcar en sacos; o el azúcar refinada que no se puede embarcar a granel, hay que embarcarla en sacos. Pero también se está mecanizando el embarque en sacos, y ya tenemos la mecanización del embarque en sacos en Matanzas, y vamos a tener pronto el embarque en sacos también en Guayabal para aquellos clientes que la quieren en sacos, o para aquellos clientes que compran azúcar refinada.

El hecho es que para 1980, con zafras mucho mayores, el 90% —¡el 90% de zafras grandes!—, el 90% de nuestras exportaciones de azúcar estará mecanizado.

Pero hay algo más: ¿cuánto tiempo se ahorra en los barcos? De 10, 15, 20 y 25 días, eso se reduce a un día, ¡un día!

En ese barco soviético vamos a cargar 5 000 toneladas. Unas horas, 10 ó 12 horas, y tenemos cargado ese barco. ¡Diez días habríamos tardado de otra forma! Y los países que nos compran el azúcar también necesitan aprovechar sus barcos, aprovechar su fuerza de trabajo, ahorrar tiempo. No es lo mismo un barco que está 24 horas cargando, que un barco que está 24 días cargando: da más viajes, produce más; además, nos permite cumplir nuestros compromisos. Nuestras zafras crecen, el embarque aumenta por año, y con estos almacenes cargamos los barcos en un santiamén, en unas horas. Liberamos al hombre de un trabajo duro.

Eso tiene el socialismo, que cuando introduce la técnica no es para esclavizar al obrero, no es para explotar al obrero, no es para desemplear al obrero, sino para ayudarlo. Y así, miles de nuestros obreros portuarios se liberan de ese duro trabajo.

Ahí cuando visitábamos el nuevo puerto y los almacenes, veíamos algunos compañeros que no estaban cargando sacos; estaban moviendo una palanca, abriendo las tolvas. Unas compañeras manejando el control automático, con unos botoncitos allí: tanta azúcar; para esta bodega, 600 toneladas; para esta otra, 600; y para la otra, 550. Pero así. Y después la otra bodega y la otra, porque al barco no se le puede echar todo en una bodega al mismo tiempo, porque se nos puede virar el barco. Pero con botones, compañeras cargando cientos de toneladas en horas, en una hora, que antes decenas de obreros tenían que cargar en días. Y además, lo que significa esto: con esos trabajadores realizando un trabajo menos duro, se cargará al año por este puerto tres veces más azúcar.

Imagínense ustedes que aquí se entregó el último saco, el saco 102 888 898. Me acuerdo, ¡me acuerdo! (APLAUSOS) Me acuerdo porque después del 102 todos son 8, menos el penúltimo, que es un 9. Digo: ¡caramba!, si hubieran sido 10 sacos menos, habríamos tenido 102 888 888 (RISAS). Pero ya no hay lotería, ni bolita, ni nada de eso, así que no podemos estar haciendo pruebas (RISAS). Pero, vaya, es un bonito número.

¡Ciento dos millones! ¿Cómo se cargaron esos sacos? ¿Cómo? Por este puerto. ¡Cuánto esfuerzo, cuánto sudor, cuánto sacrificio, cuántos problemas de columnas, cuántas dificultades para que nuestras generaciones de obreros hayan cargado más de 102 millones de sacos al hombro!

Esta instalación tiene otras muchas cosas estimulantes. En primer lugar, el proyecto es cubano ciento por ciento. Proyectistas cubanos —somos capaces de hacer algunas cosas—, ejecutores cubanos; pero, además, un proyecto muy racional: se utilizaron todos los viejos almacenes de sacos, que ahora se adaptaron y, en vez de almacenar sacos, almacenan azúcar a granel; se utilizaron las viejas instalaciones, se establecieron todos los medios mecánicos. Ese es el trabajo de los ingenieros y de los arquitectos: lo adaptaron todo, lo prepararon todo.

Había vía estrecha, y no se podía cambiar así, de repente, todos los cientos de kilómetros de vía estrecha. Entonces hicieron dos líneas: una de vía estrecha y otra de vía ancha. De modo que pueden venir las tolvas por la vía ancha y las tolvas por la vía estrecha. "Guiteras" y "Menéndez" por la vía estrecha. "Urbano Noris", "Cristino Naranjo", "Antonio Maceo" por la vía ancha; "Rafael Freire" por carretera, porque ahí descargan tolvas de vía estrecha, tolvas de vía ancha, y camiones de volteo que traen azúcar por carretera. Todo resuelto, y además, un tránsito mejor: unos por una vía y otros por otra. Pero además, las tolvas de vía ancha no las construimos todavía aquí, hubo que importarlas de Japón; pero las tolvas de vía estrecha las construimos aquí ya, y no aquí en Cuba, sino aquí en Las Tunas se construyeron las tolvas de vía estrecha (APLAUSOS).

Y, ¿con qué se construyeron? Con viejas ruedas, No sé cómo se llama bien eso: trolley. Tiene su nombre. Es un nombre inglés, por eso no me acuerdo muy bien: truck. ¿Y cómo le dicen los obreros?

JUAN ALMEIDA.- Tren de rodaje,

CMDTE.- Bueno, tren de rodaje —como dice Almeida—, un tren de rodaje viejo, y en trenes de rodaje viejos construimos las nuevas tolvas, que no vinieron de ninguna parte, sino que las construyeron los obreros de aquí de Las Tunas. Y algo más: en el futuro, las tolvas de vía ancha las construiremos también nosotros. Y lo interesante es que no solo se hizo el proyecto y la ejecución aquí, sino que muchos de los componentes de esta terminal se hicieron aquí, excepto la pesa. No sé por dónde anda ahora la pesa, creo que se nos quedó atrás. ¡Ah!, mírenla. Esa la tuvimos que importar. Pero ya los compañeros del MINAZ están estudiando para fabricarlas aquí. Cuestan muy caras: 250 000 dólares. Pero si traemos los materiales y los componentes y las hacemos aquí, nos cuestan unas decenas de miles de dólares, y ahorramos y creamos empleo en nuestro país. Y los demás componentes mecánicos, excepto algunos materiales y los motores, lo hicimos todo aquí.

Ya eso va significando un desarrollo: que tenemos proyectistas, que tenemos ingenieros mecánicos, que tenemos ingenieros civiles, que tenemos arquitectos, que nuestros obreros adquieren pericia y producen aquí todas esas cosas. Sin duda que eso significa un adelanto.

Ahora bien, se terminan cuatro nuevas terminales a granel. Había que hacer algo, porque la Revolución construye tantas obras, y fábricas, y escuelas, y hospitales, que no tiene ni tiempo de inaugurarlas. Pero, vaya, no íbamos a terminar cuatro terminales de azúcar a granel sin hacerle los honores de la inauguración. Y había que escoger una. ¿Cuál escoger? Dijimos: "la estación terminal de Carúpano" (APLAUSOS). ¿Por qué? Es como un homenaje para los obreros portuarios de Carúpano (APLAUSOS), porque a lo largo de años ellos han sido los más destacados cargadores de azúcar del país, a lo largo de todos estos años de Revolución.

Ellos ahorraron divisas, porque cuando un barco llega a puerto hay un acuerdo: el barco debe ser descargado o cargado en tantos días. Si el país que exporta no carga el barco en ese número de días, tiene que pagarle al barco la estadía. Y tiene que pagarle en divisas a ese barco: por cada hora de retardo, por cada día de retardo. Si el barco se carga antes, entonces el barco paga al país. Y durante muchos años, los obreros portuarios de Carúpano no solo ahorraron estadía, sino que cargaban el barco antes de lo convenido, y en consecuencia produjeron divisas para el país, porque la inmensa mayoría de los barcos que cargaron en estos puertos, tuvieron que pagar por pronto despacho (APLAUSOS).

Los obreros de Carúpano establecieron innumerables récords de producción. Y ahora, cuando los obreros de Carúpano no tendrán que cargar más azúcar sobre sus hombros, cuando el país va a contar con cuatro terminales más de azúcar a granel, y había que inaugurar una de esas terminales, lo más justo como un reconocimiento de la nación a esos obreros era la inauguración de esta terminal de Puerto Carúpano (APLAUSOS). Este homenaje se extiende a todos los trabajadores de la provincia de Las Tunas y a sus abnegados obreros cañeros, azucareros y del transporte.

Ya Las Tunas se ha convertido en una provincia. No es una provincia rica, todavía no es una provincia rica. Digamos que Las Tunas está menos desarrollada que otras provincias. No la vamos a llamar pobre, no podríamos decir que es pobre. No la vamos a llamar Cenicienta. Ese título lo tenía la provincia de Pinar del Río. Vamos a decir que es una provincia menos desarrollada que otras provincias del país, por unas razones o por otras. Son causas históricas. En algunas ocasiones las materias primas determinan dónde se establecen nuevas industrias, en otras ocasiones el puerto, la ubicación geográfica. No es rica Las Tunas en recursos minerales. Sus recursos son fundamentalmente agrícolas; no obstante, algo se ha ido desarrollando la provincia. Ahora cuenta con uno de los mayores centrales del país, que es el "Guiteras". Tiene varios colosos esta provincia: el "Guiteras", el "Menéndez", el Argelia, el Colombia (APLAUSOS), el "Amancio Rodríguez" y el Perú (APLAUSOS). No cuentan ustedes con ningún central pequeño, todos son grandes centrales, y siguen creciendo, siguen aumentando sus capacidades; aumentará la del "Jesús Menéndez", la del "Amancio", la del "Colombia", la del "Perú", en fin, casi todos aumentarán sus capacidades. Y se analiza la posibilidad de un nuevo central cuando en la agricultura logremos mayor producción cañera, cuando las tierras todavía sin cultivar las tengamos en producción, cuando logremos mayores rendimientos por caballería, y cuando logremos ampliar las áreas de regadío. Estamos trabajando en eso. Estas zonas ustedes saben cómo son, a veces muy secas, no quiere llover; y, a veces, cuando no tiene —que llover, llueve. Pero no tenemos ningún gran río, el Cauto no quiso por aquí (RISAS), se fue por allá, el Nipe, el Toa, el Mayarí. No tenemos ningún gran río aquí. No es fácil encontrar agua; algunas cuencas subterráneas, algunos pequeños riachuelos donde se hacen micropresas, y alguno es un poquito mayor donde podemos hacer ciertas presas.

Se realiza un esfuerzo por estudiar todas las posibilidades hidráulicas de esta provincia para ver cómo ampliamos el área de regadío. De todas formas ustedes serán una de las más importantes provincias azucareras del país.

La producción crece en la provincia de Las Tunas. Este año se planificó un incremento de producción de azúcar desde algo más de 500 000 toneladas, hasta cerca de 700 000. Es un incremento grande. Tenemos mucha más caña este año, y podemos hacer una buena zafra.

Se hacen inversiones en la industria azucarera para ampliarla y para modernizarla. En el futuro tendremos una capacidad de molida diaria en esta provincia de algo más de 5 millones de arrobas.

Hay un plan de inversiones industriales en Las Tunas; no es muy grande, pero ya es algo. En este quinquenio hay un plan de inversiones industriales de más de 100 millones de pesos. Las principales inversiones que se están realizando o están contempladas son: la fábrica de estructura mecánica en Las Tunas, con capacidad para 20 000 toneladas al año; la fábrica de botellas, con capacidad para unos 300 millones de botellas. Y ya que tenemos que trabajar es bueno tener de vez en cuando, pues, un refresco, una cerveza, un poquito de ron (RISAS), sobre todo si llueve mucho; productos alimenticios, leche, frutas, etcétera. Estamos construyendo pues, una buena fábrica de botellas, la más grande del país (APLAUSOS). La fábrica de baldosas, la planta lavadora de grava y arena, la fábrica de torulas del "Guiteras", que podrá producir 10 000 toneladas de torula para utilizar la miel, sacar proteínas, y de la proteína sacar alimentos; la panificadora de Las Tunas, nueve centros de acopio, la batería de silos, la fábrica de pienso líquido, la fábrica de tableros de bagazo del central "Jesús Menéndez", para convertir el bagazo en tablas y la tabla en muebles, en viviendas, en lo que haga falta (APLAUSOS); la fábrica de refrescos, la modernización y ampliación de la salina de Puerto Padre, la planta de prefabricado, la terminal a granel de Guayabal ampliándola para que pueda embarcar sacos también mecánicamente, esta terminal que inauguramos hoy, la de Carúpano; inversiones industriales en el central "Perú", en el central "Argelia Libre", en el central "Guiteras"; el taller de reparación de locomotoras Diesel, la fábrica de materiales del central "Jesús Menéndez!", cal hidratada; la reconstrucción y ampliación del taller de "Amancio", la reconstrucción y ampliación del taller de "Argelia Libre". Estas son las inversiones de tipo industrial contempladas para esta provincia en este quinquenio.

Aparte de eso, hay un programa importante de inversiones sociales, como son las secundarias básicas urbanas, las secundarias básicas en el campo, los hospitales; se están construyendo dos grandes hospitales, uno en Puerto Padre, el otro en Las Tunas; se ha construido la escuela de maestros primarios, y una serie de otras obras, círculos infantiles, hogares de ancianos. Pero nos faltan; ahora habrá que analizar en qué período se incluyen otras inversiones que necesitamos: la escuela de los Camilitos de la provincia, la escuela vocacional, la escuela de profesores de educación física, la escuela de iniciación deportiva, la escuela de arte, la facultad de pedagogía y la facultad de medicina, aparte de institutos tecnológicos y escuelas politécnicas. Hay todo un programa de desarrollo social.

Pero considerando que esta es una de las provincias que está menos desarrollada que otras, consagrada a la agricultura; pensamos que Las Tunas pertenece al grupo de provincias donde será necesario dar un mayor impulso en el futuro a la construcción de viviendas, a las construcciones de viviendas urbanas y de viviendas rurales. No podemos tener tanta caña y tanto campo sin viviendas, no podemos producir tanta azúcar sin viviendas; y hay que mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, de las industrias y de la agricultura.

Se hace un programa de inversiones también en materias de regadíos para aumentar la producción. El compañero Faure me hablaba también de que en general la provincia necesita un mayor esfuerzo en vías de comunicación.

Habrá que desarrollar también instalaciones deportivas, recreativas, ver cómo se puede usar esa playa tan buena que tienen ustedes por aquí cerca (APLAUSOS). Ya se está haciendo una carretera hasta allí, y hay que pensar no solo en las playas, sino también en algunas piscinas en los municipios, en las ciudades del interior, a ver si ustedes no solo utilizan esos centros como lugares de recreación en el verano, sino para el deporte de los niños y para producir algunos campeones.

Ya ustedes tienen un campeón en boxeo (APLAUSOS). Está bien, con unos dos o tres kilogramos de más, dicen; pero los entrenadores consideran que está en magnífica forma, con lo cual es seguro que ustedes van a tener campeón para rato en la máxima división del boxeo (APLAUSOS). Pero hay que desarrollar los demás deportes, todos. A eso contribuirá mucho la escuela de profesores de educación física y la escuela de iniciación deportiva.

Hay que hacer inversiones también en acueductos, alcantarillados; en fin, creemos que como una cuestión de justicia nacional, estas provincias que tienen un menor desarrollo que otras, deben recibir una mayor atención y una mayor ayuda de los organismos de planificación de nuestra economía.

Pero estamos optimistas. Vamos a tener más piedras, más arena, más cemento; tenemos brazos, máquinas, muchas máquinas, y los brazos que se liberan de la caña con las combinadas, y los brazos que se liberan de los puertos son brazos que pueden dedicarse a otras actividades necesarias para el país.

Tal vez debí señalar antes, entre los esfuerzos de mecanización, ese que mencioné ahora de la caña. Cuántos miles y miles de trabajadores manuales liberamos con las combinadas. Ya tenemos en la vecina provincia de Holguín una buena y moderna fábrica de combinadas (APLAUSOS); y esperamos que ustedes no sean olvidados, las tierras de ustedes son llanas y se pueden mecanizar perfectamente bien. De manera que el corte manual es otro trabajo duro que en parte se ha liberado ya, y en lo que resta se irá liberando progresivamente. ¡Eso es la Revolución! ¡Eso es el socialismo! (APLAUSOS)

Los niveles de cultura aumentan; en escolaridad hay un proceso acelerado de avance en esta provincia, y en instituciones escolares ubicadas aquí o en el resto del país, aumenta incesantemente el número de estudiantes de la provincia de Las Tunas. Ya todos ustedes: obreros azucareros, obreros portuarios, obreros de la caña, obreros del transporte, obreros de la construcción, saben que sus hijos tienen asegurada la oportunidad de estudiar todo cuanto quieran; tienen la oportunidad en la educación, que antes tenían los hijos de los burgueses y de los terratenientes. No hay un solo niño en esta provincia sin escuela, sin maestros, sin oportunidad de ir a una secundaria o a un politécnico, o a un preuniversitario. Y si se destaca en el estudio, la oportunidad de ir a los centros superiores; y podrán ser ingenieros y médicos, o artistas, o atletas u obreros altamente capacitados. Todas las oportunidades están en sus manos. ¡Eso es lo que significa el socialismo y la Revolución! (APLAUSOS)

Y garantizada la salud con las instituciones hospitalarias, los hospitales, los policlínicos, las clínicas estomatológicas; los círculos infantiles para las madres que trabajan, y en fin, cuantas posibilidades pueda brindarle la Revolución a nuestro pueblo. Tenemos que luchar, tenemos que trabajar, tenemos que enfrentarnos a dificultades que surgen de distinta índole.

Ahora en Las Tunas, en esta zafra, se exige de nosotros un esfuerzo especial. Primero, porque la producción azucarera planificada aumenta en casi 200 000 toneladas de azúcar. La caña está ahí, tenemos que cortarla, tenemos que procesarla y tenemos que embarcarla por este puerto. Este puerto antes embarcaba 200 000 toneladas, ahora puede embarcar 600 000, con muchos menos obreros. Pero tenemos que producir el azúcar.

Las circunstancias climáticas se han presentado adversas al inicio de la zafra. En diciembre fuertes lluvias, en enero fuertes lluvias nos han atrasado, especialmente aquí en esta provincia. Las cañas no presentan un rendimiento alto todavía, por motivo de la humedad; y el corte y transporte en ocasiones se han interrumpido por motivo de las lluvias, en consecuencia, estamos atrasados en algunas provincias, especialmente en Las Tunas y Holguín. En Las Tunas estamos ahora aproximadamente al 72% del plan, como consecuencia de estas dificultades iniciales en diciembre y en la primera mitad de enero. Pero no nos vamos a dejar derrotar por la naturaleza, nos quedan unos cuantos meses de zafra.

La situación no es igual en todos los centrales. Donde se nos ha producido más retraso es en "Guiteras", "Jesús Menéndez", "Argelia" y "Amancio".

Hay algunos problemas que también inciden, no con tanto peso, en algún central: su mayor o menor eficiencia, organización. Pero, en fin, hay sobre todo cuatro centrales donde debemos hacer un especial esfuerzo. Digamos que número uno "Amancio", porque "Amancio" está en el sur y las lluvias de primavera comienzan primero por el sur; por eso, "Amancio" tiene que hacer un especial esfuerzo. Y aquí "Argelia" tiene que trabajar duro, porque suele llover primero por "Argelia", o es un terreno más bajo. En "Guiteras" y "Menéndez" podemos trabajar en mayo, por lo general; nos queda esa posibilidad. Pero la provincia en su conjunto necesita hacer un gran esfuerzo, en los meses que nos quedan necesita cortar y moler más que nunca; no el 80% ni el 85%, ¡del 90% para arriba! No nos podemos dejar derrotar por la naturaleza.

El país requiere de ese esfuerzo. Estamos haciendo una buena zafra y nos proponemos hacer en conjunto una buena zafra nacionalmente, con bastante azúcar. Las cifras todavía no las decimos; quizás un poco más adelante ya pongamos a un lado la discreción azucarera y digamos lo que vamos a ir produciendo por año. Allá los competidores nuestros, que se aconsejen (RISAS). Pero, bueno, nos estamos mecanizando en el corte, mecanizando el transporte, mecanizando los puertos, automatizando los centrales. No tenemos que tenerle temor a nadie. Los precios, bueno, ya se acostumbrarán a que somos grandes productores de azúcar.

Tenemos nuestros mercados socialistas; tenemos el mercado soviético, que admite mucha azúcar. De manera que nuestros mercados están asegurados. Ya no es el lío de antes de la Revolución, zafras restringidas por aquí y por allá. No habrá nada de eso. Nosotros tendremos azúcar para cumplir las cuotas de los mercados mundiales y satisfacer las necesidades crecientes de nuestros amigos, los países socialistas (APLAUSOS).

Bien. Ya ahora, con estos atrasos que se nos han acumulado en esta provincia y en Holguín, tenemos que hacer un esfuerzo especial. El Partido, el Gobierno y el país esperan de ustedes, los tuneros, un especial esfuerzo.

Las Tunas nunca se quedó atrás: ni en la guerra de 1868, ni en la de 1895, ni en la última lucha por la liberación. Las Tunas nunca quedó atrás en el patriotismo y en el espíritu de trabajo. Las Tunas no quedará atrás en esta zafra (APLAUSOS). Ustedes, que tienen centrales de los más grandes del país; ustedes, que son colosos azucareros, no quedarán atrás.

No importa lo que haya llovido, no importa lo que llueva. No quedarán atrás ni en la zafra, ni en los cultivos, ni en las siembras.

Porque en este año 1978 no solo tenemos que asegurar esta zafra, sino asegurar la de 1979, que tiene que ser mayor, y la de 1980, que tiene que ser aun más grande. Lo que estamos cultivando ahora es para el año que viene; lo que estamos sembrando ahora es para la zafra que viene, y lo que sembremos después de junio es para la zafra de 1980. De manera que en este año se deciden tres zafras; la de 1978, la de 1979 y la de 1980.

Hemos ido ganando terreno en la agricultura y en la industria. Por eso ahora nos sentimos seguros cuando hablamos de grandes zafras. Caña tenemos, nos sobra la caña, hay que molerla. Y nuevas variedades, que van dando más rendimientos. En estos días estamos propagando una nueva variedad muy buena, muy buena, de mucha azúcar, de mucho rendimiento. Pero ya la vieja POJ quedó atrás. Y la 42231 va quedando atrás; resiste la sequía, pero rinde poco; produce bagazo, pero no produce mucha azúcar. Azúcar primero que nada; miel, bagazo después.

El país va cambiando su estructura de cepas por cañas de mucho mayor rendimiento. En algunas provincias se observan los resultados, como en La Habana y Matanzas, donde les ha llovido y, sin embargo, están ya casi en 12 de rendimiento. Están subiendo rápido, duro; porque la Barbados 4362, la Jaronú 605, la Cuba 8751 son cañas de grandes rendimientos agrícolas e importantes rendimientos industriales. Esa es una inversión, porque si usted tiene una caña que le da un 10% más de azúcar es como si ampliara las capacidades de los centrales azucareros en un 10%. ¡Es muy importante!

Estamos desarrollando nuevas variedades, e importando nuevas variedades, y tenemos grandes esperanzas en mejorar las calidades de nuestras cañas.

Trabajamos intensamente en el regadío. Hay un programa nacional para disponer, en 1980 ya, de 50 000 caballerías con riego en caña. Y se trabaja desde ahora en los proyectos para alcanzar 100 000 caballerías de caña con regadío en 1990. Tendremos una seguridad mayor para cultivar, para sembrar.

Ahora tenemos que esperar las lluvias, con decenas de miles de caballerías preparadas, para sembrar cuando llueve y a veces llueve demasiado. Es mejor disponer de agua para sembrar en enero, febrero, marzo, abril; aprovechamos mejor la siembra, hacemos siembras de mejor calidad, podemos aplicar los herbicidas y podemos aplicar los fertilizantes, utilizarlos mucho mejor, asegurar las zafras. Si el año es lluvioso, acumulamos agua; si el año es seco, utilizamos el agua acumulada. El país se está llenando de presas y micropresas. En un futuro no lejano, todos los ríos y riachuelos estarán ya embalsados. No dependeremos solo de la naturaleza. La sequía no nos afectará tanto. Las lluvias, bueno, esas sí que no las podemos controlar por ahora. No se sabe si alguna vez se podrán controlar. Esas caen y no hay ninguna llave en manos de nuestro pueblo. Pero para combatir las sequías que nos hacen mucho daño a veces, tendremos las presas, las micropresas, los sistemas de riego. Y nuestro país montará su producción azucarera sobre bases muy, muy sólidas, mecanizadas, tecnificadas, con las combinadas para cortar, con el herbicida para limpiar, con el fertilizante para aumentar las producciones, con las máquinas para roturar el suelo, con transportes modernos, y con puertos como este para embarcar el azúcar.

¡Cuánto no hemos adelantado en estos años! Antes, todo el corte a mano, toda el alza a mano, toda la limpia con guataca, todo el embarque sobre los hombros, sin ninguna presa, sin ningún regadío, desarmados ante las sequías. Y en estos años no solo se ha consolidado la Revolución, no solo ha derrotado a sus enemigos internos y a sus enemigos externos, no solo ha desarrollado una amplia política internacionalista y ayudado a otros pueblos, sino que nosotros mismos, con nuestro trabajo, tenemos ya el ciento por ciento casi del alza en máquina; los centros de acopio han elevado la productividad; las combinadas para 1980 estarán cortando alrededor del 60% de la cosecha; una gran parte de las malas hierbas se liquida con herbicidas, el empleo de máquinas y el empleo de aviones. Se utiliza la fertilización en gran escala, y se amplía a ritmo acelerado la irrigación.

Esas son las nuevas bases que en estos años ha estado creando nuestro pueblo para tener una economía sólida, sin "tiempos muertos", sin hambre, sin analfabetismo, sin falta de maestros ni escuelas, sin falta de médicos y hospitales.

Ese es el resultado y es el fruto de nuestro trabajo. Y seguiremos avanzando y seguiremos desarrollando el país. Y aceleraremos las provincias menos desarrolladas. Y seguiremos construyendo y seguiremos resolviendo los problemas. Y si esta generación no lo tendrá todo resuelto, sabemos que esos niños que crecen vivirán con seguridad en un mundo mucho mejor que el que conocimos en el pasado, y aun mejor que el nuestro (APLAUSOS). Para eso trabajamos, por eso luchamos.

Y en ese esfuerzo y en esa lucha contamos con ustedes, tuneros, en la primera línea y en la respuesta pronta a los llamados de la patria y de la Revolución (APLAUSOS), con los Poderes Populares de esta provincia, con el Partido de esta provincia y sus dirigentes, con nuestro compañero Faure, nuestro viejo compañero de lucha, Faure Chomón, Secretario del Partido en esta provincia (APLAUSOS).

A todos los felicitamos por sus brillantes éxitos. Y a todos ustedes, tuneros, les expresamos de antemano nuestra seguridad en las futuras victorias; nuestra convicción de que sus combativos obreros y sus patrióticos hijos cumplirán.

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)

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