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Acerca del discurso al clausurar la Conferencia Internacional América Latina en el Siglo XXI : Universalismo y Originalidad

Data: 

31/03/2005

Fonte: 

Granma

Autore: 

El Presidente Fidel Castro clausuró anoche la Conferencia Internacional América Latina en el Siglo XXI: Universalismo y Originalidad, que sesionó en su última jornada en el Palacio de las Convenciones.

Luego de explicar la importancia de la conferencia, donde se abordaron temas de mucho interés, Fidel dijo que hay que defender los valores, porque sin valores no hay vida, no hay civilización, no sobrevive esta humanidad.

Seguidamente señaló que cuando se habla de civilización podríamos preguntarnos cuánto van a durar estas civilizaciones si no damos pasos pertinentes para que sobrevivan, ya no la civilización, sino la especie, porque por primera vez en la larga marcha de la breve historia, la supervivencia de la humanidad está en peligro.

El líder de la Revolución felicitó a los que tuvieron la iniciativa de crear un evento como este y de poner un nombre tan sugerente como el de Diálogo de las civilizaciones.
Pienso que el contenido de este diálogo es mucho más elevado y más profundo de lo que habría podido imaginarse a partir del título, señaló.

Hizo una amplia reflexión sobre el concepto de civilización y la historia que conoció cuando muchacho, en la escuela, donde incluso se decía que los europeos habían venido a estas tierras a traernos la civilización.

Pero resulta que había civilizaciones anteriores a la romana y a la europea, explicó.

Recordó que si el pretexto entonces era civilizar a muchos pueblos porque, se decía, hacían sacrificios humanos, en este mundo habría que civilizar a aquellos que brutalmente bombardean ciudades, aterrorizan millones de hombres, mujeres y niños.

Aseguró que el pueblo ruso lo sabe mejor que nadie porque conoció los ataques sorpresivos, de decenas de divisiones y miles de aviones, tanques y cañones que irrumpieron sorpresivamente y sin previo aviso en aquel "oscuro rincón del mundo" que se llamaba la Unión Soviética.

Luego rindió homenaje al heroísmo de los pueblos soviéticos que derrotaron a un elevado costo de vidas humanas y material la agresión nazi fascista.

Más adelante enfatizó en que este mundo comenzó por globalizar el egoísmo, los vicios, las ansias de consumo, el intento de apoderarse de los recursos de los demás, y de esclavizarlos.

Profundizó sobre las consecuencias del injusto orden mundial, dirigido por una superpotencia que se considera con derecho de realizar guerras preventivas para conquistar territorios.

Criticó a las sociedades desarrolladas por el consumo irracional de energéticos, naciones que destruyen en solo 200 años el petróleo, recurso natural que la naturaleza necesitó 350 millones de años para crear.

Preguntó cuánto tiempo durará ese despilfarro y denunció a Estados Unidos como el mayor derrochador y contaminador del medio ambiente, país que consume el 25% del petróleo a nivel mundial y después trata de arrebatarlo a otros países mediante la guerra.

Razonó Fidel con los presentes que se podría decir que para pensar hay que existir, para dialogar hay que sobrevivir y para sobrevivir hay que luchar.

Convocada en su tercera edición por el Consejo Fundador del Centro de la Gloria Nacional Rusa, la conferencia, que sesionó desde el pasado domingo en Varadero, persigue el objetivo de responder a las actuales teorías del choque de las civilizaciones, que se fundamentan en el carácter excluyente de la globalización neoliberal, propugnadora de un modelo único.

Hicieron uso de la palabra también, el presidente de Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar y Vladimir Ivanovich Yakumin, presidente del Consejo Fundador del Centro de la Gloria Nacional Rusa y del Foro de San Andrés.

Luisa Zheresa Vicioso dio lectura al proyecto de resolución final del evento, el cual señala que la Conferencia América Latina en el Siglo XXI: Universalidad y Originalidad en el marco del Foro Diálogo de Civilizaciones reunió a cerca de 300 representantes del mundo: científicos, organizaciones sociales, medios de comunicación, políticos, así como personalidades de Estado y religiosos de 29 países.

Los participantes conceden especial importancia al hecho de que el evento se haya realizado en Cuba y estuviese dedicado a informar a la comunidad mundial sobre la situación en América Latina, ya que en este continente tiene lugar hoy un proceso intenso de autodeterminación.

La declaración defiende el importantísimo significado que tiene el factor cultural y espiritual en la vida de la humanidad, se pronuncia contra los bloqueos y embargos económicos y respalda la aspiración de desarrollar una alternativa eficaz al proceso de negar la diversidad del mundo.